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De hecho, las decisiones tomadas por el Ministerio de Salud el miércoles en la noche y que fijan nuevas restricciones en gran parte del territorio, puede que a algunas personas no les guste, pero se hacen necesarias. En este contexto, esperamos que la nueva cepa que tiene preocupados y confinados a los europeos no termine por sorprendernos para no caer inesperadamente en un nuevo y lesivo confinamiento, más cuando hay poca disponibilidad de camas en las UCI y de medicamentos.
De todas formas, las noticias son esperanzadoras. A la fecha hay acuerdos para adquirir 49 millones de dosis, de las cuales 10 millones provienen de Pfizer, que ya cuenta con la debida aprobación sanitaria; y en proceso se encuentran 10 millones de AstraZeneca-Oxford, nueve millones de Johnson & Johnson y 20 millones a través del mecanismo internacional Covax.
Obviamente en el transcurso de este primer semestre se tendrá que avanzar en un paquete adicional de otras 50 millones de dosis para garantizar que la población colombiana, estimada en 50 millones de personas, pueda acceder a las dos dosis.
Mientras tanto el tapabocas y las medidas de bioseguridad nos seguirán acompañando en un buen trayecto de este año. El reto es llegar a la denominada ‘Inmunización de rebaño’, es decir el 70% de la población. A pesar de las críticas del populismo, el Gobierno y el Minsalud se han movido en la dirección correcta en medio de un panorama que tan solo hace un mes y medio aún era incierto en el país.
En unas semanas ya tendremos los primeros vacunados y lógicamente la prioridad serán las personas mayores de 60 años con comorbilidades asociadas y el personal sanitario.
Urgente llamado de atención, en este proceso, para las Empresa Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB), es decir las EPS de los regímenes contributivo y subsidiado, empresas solidarias, mutuales, cajas de compensación, EPS indígenas y cualquier administradora de servicios de salud para que depuren sus bases de datos y trabajen articuladamente con las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), es decir con las clínicas y hospitales siempre y cuando cumplan con la adecuada capacidad y cualificación para llevar a cabo una misión efectiva y con el impacto esperado en la población.
La inmunización debe entenderse entonces como un proceso eficiente y transparente para que no terminen los biológicos convertidos en un negocio. Especial vigilancia y estrictos controles también deberán ejercer la Supersalud, las procuradurías regionales y personerías, para que el plan de vacunación que el Gobierno diseña con especial cuidado se cumpla en las regiones y se eviten inequidades.
No está de más que gobernadores y alcaldes, pensando y preocupados por los municipios más alejados de los centros urbanos, ayuden en la priorización de las poblaciones más vulnerables, situadas en veredas alejadas, corregimientos e inspecciones. Las veedurías ciudadanas tendrán que activarse para evitar desmanes, injusticias y el acaparamiento en el marco de la vacunación en estos territorios. Sin duda, los medios de comunicación jugarán un papel primordial para informar o denunciar cualquier irregularidad.
Otro reto que se asume es la logística para almacenar y distribuir la vacuna, teniendo en cuenta el proceso de congelación. De las ocho bodegas escogidas, las más cercanas a Ibagué y Tolima, estarán situadas en Bogotá y Pereira.
La responsabilidad de todos los actores de la cadena de la salud es colosal en los siguientes meses y esperamos todos los ciudadanos que se pueda cumplir a cabalidad y con total pulcritud.
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