Seguiremos adelante

Miguel Ángel Barreto

Asumiré mi segundo periodo como Senador de la República con la misma humildad que me caracteriza y con el compromiso total de seguir trabajando por todos los colombianos. 
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Quiero desde estas líneas ratificar mi agradecimiento a Dios, a toda mi familia, a mi esposa Claudia, mi hija Sofía, mis hermanos, sobrinos y a cada uno de los 69 mil 480 seres humanos que depositaron su confianza en esta propuesta política. 

Mi reconocimiento también al representante Jaime Yepes y a Mauricio Pinto, a los alcaldes y líderes de los 47 municipios, a empresarios, transportadores, productores del campo y medios de comunicación. 

Mis electores en Tolima, Boyacá, Norte de Santander, Valle del Cauca, Cundinamarca y Bogotá cuentan con un amigo dispuesto a seguir construyendo iniciativas que dinamicen el sector agropecuario y fomenten el empleo en el país sin perjudicar la inversión privada y la libre competencia. 

Sin duda, la jornada electoral del domingo nos hace más fuertes y seguros. Enfrentamos una pelea desigual, con argucias, trampas y muchos obstáculos en el camino, que afortunadamente logramos superar gracias al espaldarazo decidido de unos votantes que creen en la renovación del partido Conservador y respaldan nuestro trabajo y consecuciones en el legislativo. 

Como equipo les propongo seguir creciendo y avanzando en el ámbito político sin sectarismos, mesianismos o populismos que atenten contra la democracia y la institucionalidad. 

No obstante, continuaré apostando por la descentralización de los recursos públicos y el fortalecimiento de los territorios. Seguiremos empeñados en aplicar la equidad como principio rector para adelantar cambios y reformas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de todos los colombianos. 

Alejados de la visión apocalíptica que invade a algunos colombianos y conscientes de que hay problemas graves en el país, llegó la hora de incluir reformas en la agenda legislativa que garanticen el fortalecimiento del aparato productivo en todos sus niveles. 

Por ejemplo, el Presupuesto General de la Nación (PGN) tendrá que ser más incluyente con el agro colombiano e ir desde una mayor intervención en vías rurales hasta la protección, diversificación, innovación y comercialización de los productos de la canasta familiar. 

En el tema de salud es el momento de ejercer un mayor control sobre el sistema, especialmente sobre las EPS y apoyar a los hospitales públicos para dotarlos con mejores equipos de diagnóstico y más profesionales. 

En el plano territorial la corrupción sigue siendo muy dañina, especialmente en las corporaciones ambientales y algunas entidades que dicen denominarse descentralizadas.

La vigilancia y el control político son mecanismos a fortalecer desde las comisiones conjuntas y generar de esta manera investigaciones y sanciones por parte de los organismos de control. 

Por su parte, la educación requiere un análisis especial, pues a pesar del enorme presupuesto que demanda este sector, el atraso en infraestructura, tecnología y servicios públicos en las regiones resulta altamente inquietante.

En materia de seguridad, es evidente por los hechos que ocurren hoy en el plano geopolítico y que conmocionan al mundo civilizado, que la defensa nacional es un inamovible y que su fortalecimiento es una prioridad permanente e inobjetable del Estado de derecho. 

Colombia debe seguir fortaleciendo el derecho humanitario, defendiendo la vida, protegiendo los recursos naturales, garantizando la libertad, la expresión individual y los derechos colectivos, sin perder de vista que el derecho de propiedad privada es también prenda constitucional. 

Tenemos inmensos retos como sociedad y es mejor que los enfrentemos con la razón y las discusiones técnicas objetivas, pero nunca con falsas promesas o descabelladas propuestas. 

Seguiremos adelante, trabajando por Colombia, pero con los pies en la tierra.

Miguel Ángel Barreto Castillo.

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