El sábado pasado, con irresponsabilidad absoluta, el Alcalde, su Secretario de Tránsito y las autoridades policiales, permitieron  que se taponaran las principales y escasas arterias de la Ciudad para realizar un evento ciclístico privado. Circunstancia que durante seis horas, generó in-movilidad motorizada y hasta peatonal. Es decir, el desmadre fue total. O, en palabras castizas, el mierdero fue total. La situación se podría tipificar como delito, ya que, los ciudadanos tenemos el derecho sagrado y constitucional de desplazarnos sin estorbos ni talanqueras.

Con lo acontecido, pareciera que las autoridades municipales aún no han advertido que Ibagué hace mucho tiempo dejó de ser un miserable villorrio y lugar de paso entre oriente y occidente. Igualmente, tampoco se han dado cuenta que hoy,  por su dimensión, densidad poblacional y estatus, se ha convertido en un conglomerado urbano importante, al que no se le puede  continuar  agrediendo, irrespetando y menospreciando como sucedió el sábado.

Algunos dicen que fue falta de organización. Qué pena contradecir, pero si se empeñan en realizar eventos deportivos cerrando las vías de una ciudad que ni siguiera en días tranquilos y normales tiene resuelta su movilidad, sucederá el mismo putiferio del sábado, así los organizadores sean los mismísimos británicos que organizaron los Juegos Olímpicos en Londres. En definitiva, este tipo de eventos no se pueden realizar, mientras Ibagué no tenga un espacio adecuado en un lugar que no la vaya a paralizar de manera tan impactante, arbitraria y negativa.

Claro, el putiferio del sábado no es sólo culpa del actual Alcalde, sino de la suma de burgomaestres ineptos que hemos tenido durante años. Y, que lo único que les ha importado es rellenar cuotas burocráticas y políticas, para lo cual nombran  funcionarios, tanto o más ineptos que ellos mismos, ya que, han sido sujetos que si por caso pisaron la academia, lo hicieron sin romperse ni mancharse con el estudio. 

Lo ocurrido el sábado fue una catástrofe que  hizo perder a la Ciudad el equilibrio que necesita para, en su día a día territorial, poder desarrollar actividades industriales, comerciales, de servicios, etc. Igualmente, sacó a flote su vulnerabilidad por falta de vías complementarias, puentes y viaductos, por su categórico deterioro de la malla vial y por su escasez de  señalización y semaforización. Asimismo, puso de manifiesto la falta de andenes, las vías inservibles, las calles con tramos sin completar y las avenidas sin separadores.

Las catástrofes provocadas por el ser humano se catalogan como bélicas y antropogénicas. Las bélicas, son causadas con armas y violencia. Las antropogénicas, accidentales o provocadas, son ocasionadas por incendios, explosiones, accidentes aéreos, choques automotrices, ferroviarios, etc. Yo le agregaría la ocurrida el sábado, porque parece cometida con conocimiento de causa y brutal alevosía en contra de la Ciudad.