Sí, pánico, alarma, miedo y estrés, está causando Enertolima, pues de manera irresponsable y creo que ilegal, telefónicamente, ofrece a sus usuarios, seguros contra terremoto, destrucción, inundaciones o vendavales. Basa la estrategia de venta, en que los medios de comunicación no han querido anunciar que los nevados, sin especificar alguno en particular, van a explotar causando una enorme catástrofe.
El viernes pasado, una voz varonil cuyo nombre no registró la memoria de una persona de tercera edad, llamó a ofrecer el seguro por módica suma mensual de 5 mil pesitos si era propietario o de 3 mil si era arrendatario. O sea, cubren todo target. Al indagar su nexo con Enertolima, la voz pidió el código de la cuenta energética, se le suministró y, al momento despepitó todos los datos personales del usuario.
Ante varios y lógicos interrogantes, la voz informó que Enertolima sólo prestaba el nombre para la oferta, pero al preguntar qué aseguradora respaldaba el amparo, no se obtuvo respuesta. Pregunta espontanea. ¿Si la empresa energética solamente “presta” su razón social, por qué el seguro se cobraría en su factura? Además, ¿por qué en otras oportunidades ha ofrecido plomería, ambulancias, etc. servicios disímiles a su objeto social?
Otra pregunta espontanea. ¿Será que Enertolima no está informada que desde el 17 de abril por Ley 1581, sin autorización escrita, es delito utilizar cualquier dato personal de los usuarios con destino distinto para el que fueron suministrados? Como cada persona es dueña indiscutible de sus datos personales, ahora esta salvaje práctica no quedará impune, porque será castigada con 2 mil salarios mínimos y, en casos reiterativos con cierre de la empresa o entidad.
Enertolima es empresa privada, cuyo objeto social es ofrecer al Tolima, servicio público de distribución y comercialización de energía eléctrica. En su página Web no encontré que fuese también aseguradora. Por ende, dedíquese a prestar servicio energético de calidad y no a propagar “panikós” entre la comunidad, como si fuese Pan el semidiós griego o, su alter ego, el demonio cristiano, quienes en sus mitologías aterrorizan viajeros en caminos solitarios.
En resumen. La Superintendencia de Servicios Públicos, debe investigar el ilegal mercadeo que hace Enertolima. Y, ponerle tatequieto para que no siga usando datos personales en su poder, para ofrecer cuanta baratija le convenga en su obtención de ganancias personales, sin importarle causar daño en la salud y tranquilidad de sus usuarios.
Además, debería existir una ley (no la encontré) que prohíba difundir falsas alarmas de terremotos o cualquier otro desastre natural. El castigo debe ser máximo, severo y aplicable no sólo a la empresa o ente, sino también a los miembros de Juntas Directivas que aprueban estas negativas y peligrosas prácticas.
Sí, pánico, alarma, miedo y estrés, está causando Enertolima, pues de manera irresponsable y creo que ilegal, telefónicamente, ofrece a sus usuarios, seguros contra terremoto, destrucción, inundaciones o vendavales.
Credito
AMPARO MARGARITA MORALES FERIA
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