Entonces, es cuando entra en juego la renovación, regeneración, recuperación o acupuntura urbana sostenible que optimiza el uso del terreno, beneficia la conservación del ambiente, mejora la calidad de vida y reactiva la economía.
La Unidad Deportiva de la 42, fue inaugurada en 1970 para realizar los Novenos Juegos Nacionales. Por su actual estado caduco, antihigiénico y maloliente, al parecer nunca tuvo ninguna intervención, porque en sus 43 años de existencia ni a deportistas o ciudadanos se nos ocurrió siguiera una acción para exigir su mantenimiento. El domingo se hizo una barricada humana dizque para defender ese monumento a la desidia y abandono de posible venta de parte de la Alcaldía.
Al tener para 2015, nuevamente los Juegos en perspectiva, hace meses se especuló sobre una propuesta extranjera de comprar la Unidad para edificar un conjunto residencial y, en trueque, construir en el Parque Deportivo una moderna Villa Olímpica que los acogiese. Yo me pronuncié contra la iniciativa. Sin embargo, iniciando este mes, el Alcalde afirmó que con miras a la gesta, y como aporte a la renovación urbana, no contemplaba vender sino remodelar la caduca Unidad achicando la piscina e incluyendo canchas de bolos y squash, área comercial y de vivienda con parqueo para 300 vehículos.
La Comuna 10 alberga la Unidad Deportiva, pero como el desarrollo urbanístico viró hacia el norte de la Ciudad, hace 40 años le pasó su cuarto de hora. Por ende, ha acumulado diferentes problemáticas, entre ellas, carencia de vivienda y excesivo déficit de espacio público, pues cada uno de sus 40 mil habitantes tiene sólo 95 cm para desplazamiento, recreación y deporte, cuando el proyecto Ciudades Amables exige mínimo 10 metros cuadrados de espacio público por habitante.
Por éstos y muchos otros motivos, la Comuna 10 necesita urgente renovación. Al no hacérsele intervención alguna, en pocos años terminará siendo una zona económicamente marginada y golpeada por el degrado físico y social. La Unidad Deportiva tiene una hectárea, luego tiene espacio para incluirle dolientes, sea en área comercial o de vivienda, porque hoy a pesar de la muralla humana tardía, ocasional y despistada, esa zona no tiene quien la llore, por eso su actual decadencia.
Pienso que si el proyecto tiene tal dinamismo se debe apoyar, pero dejando la piscina olímpica tal cual y, agregar senderos, basquetbol, gimnasio y otros deportes practicados por gente común y corriente y no por profesionales. De esta manera la comunidad entorno y la de toda la Ciudad, podría beneficiarse realmente de este espacio.
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