Unas buenas fiestas

Nelson Germán Sánchez

No vamos a caer en la de los politiqueros pilluelos de pueblo y decir que estás son “las mejores fiestas de la historia”, porque tal afirmación ramplona se cae de su propio peso, porque para que fueran la top, tendrían que tenerse establecidos unos indicadores y parámetros constatados sobre una línea de tiempo determinada para medirlos. Pero la percepción indica que estas sí fueron unas muy buenas festividades sanjuaneras y sampedrinas en el marco del Festival Folclórico Colombiano.
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Tendremos que esperar las cifras que sobre orden público, comportamiento ciudadano, atención en las red hospitalaria, tránsito y transporte, así como en líneas económicas como ocupación hotelera, pasajeros en terminales de transporte, en el aeropuerto, ventas en general, ventas en particular de quienes participaron directamente en las actividades del festival, nos den las autoridades respectivas esta semana para hacer los estimativos necesarios y establecer lo positivo, lo regular y lo que se debe mejorar para a próxima versión del 2025.

Pero lo cierto es que si uno hace un pequeño sondeo de a pie, rastrea un poco las redes sociales, mira las noticias de medios de comunicación sobre la misma y pregunta entre la gente por fuera de la mirada desde las tarimas o palcos donde se pierde la perspectiva y visión de la realidad, lo cierto es que los ibaguereños y algunos visitantes sí sienten que algo cambió en este Festival Folclórico Colombiano.

Da la impresión de que la apuesta de la Gobernadora del Tolima y la Alcaldesa de Ibagué, de dar más preponderancia y valor a lo cultural y lo artístico y no solo a la guachafita de la parranda y el trago por el trago, como sucedió el año anterior y los pasados, pues se cumplió. Se notó un énfasis más especial a espacios con contenido cultural, gastronómico, dancístico y musical. Una agenda un poco más robusta en ello que en las ocasiones anteriores.

También la logística acertó, se notó el orden en los desfiles, el control y la presencia policial y de otros organismos del Estado se vio en acción y sobre todo se tuvo respeto con los espectadores al  comenzar a tiempo y terminar en el momento debido cada desfile y cada actividad; eso habla muy bien de la ciudad y del evento mismo. Se acabaron las largas esperas de inicio, los cortes interminables y la presencia de carros vallas cada media comparsa haciendo ruido estremecedor. La gente pudo disfrutar más de muestras culturales y dancísticas, es la verdad. 

Me dijo alguien, que no es de aquí y vino a disfrutar de estas festividades en familia desde hace 8 días: “sabe que se nota: la mano de las mujeres administrando, más al detalle, más orden, más limpieza, más belleza y a la filigrana del asunto en aspectos puntuales”. No sé si será o no verdad y tendrá algo que ver, no me meto en ese terreno porque se corre el riesgo de entrar en la arena movediza de la lucha de géneros y toda esa desgastante situación. Pero estas sí fueron unas muy buenas festividades folclóricas. El reto es que el año entrante se superen a sí mismas y no vayamos a retroceder.  

 

Nelson Germán Sánchez Pérez

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