Las regalías en municipios tolimenses

Iván Ramírez Suárez

El Sistema General de Regalías (SGR) permite a las entidades territoriales acceder a sus recursos por transferencia directa a los Órganos Colegiados de Administración y Decisión (Ocad) municipal, por ser territorio con explotación de recursos naturales no renovables o municipio con puerto marítimo o fluvial y por transferencia a los Ocad departamental y regional a través del Fondo Nacional de Regalías, que los asignan previa aprobación de proyectos de inversión presentados por los municipios o departamentos.

El Tolima tiene su propio Ocad departamental y además pertenece al Ocad de la Región Centro - Sur Amazonía, que integra con Caquetá, Huila, Amazonas y Putumayo.

De los 47 municipios 16 tienen su propia Ocad por recibir regalías directas y 31 deben elaborar proyectos técnica y socialmente bien sustentados ante el Ocad Tolima o el Centro - Sur Amazonía, como única manera de encontrar apoyo de inversión por este concepto.

Desde 2012, cuando entró en vigencia el actual SGR, han sido aprobados para municipios tolimenses sin Ocad local 108 proyectos (Con corte a abril de 2015) por un valor aproximado de 60 mil millones de pesos.

En 2012 fueron aprobados 28, en 2013 55, 22 en 2014 y hasta abril del presente año se habían aprobado tres.

El municipio que más dinero ha jalonado y más proyectos le han sido aprobados es Alpujarra. En siete proyectos aprobados ha logrado conseguir recursos de inversión por suma cercana a los siete mil millones de pesos.

Le sigue Rovira, que con cuatro proyectos aprobados ha obtenido más de cinco mil millones de pesos.

Ibagué presentó ocho proyectos ante el Ocad departamental y no consiguió superar la etapa de viabilidad técnica, por lo que no fueron sometidos a decisión de aprobación. Es el único municipio del Tolima que no ha logrado obtener un solo peso para inversión por concepto de regalías indirectas.

Casabianca ha logrado aprobación para tres proyectos de inversión, pero comparativamente con sus similares del Tolima, después de Ibagué, es al que menos dineros le ha llegado. Solo ha logrado obtener 860 millones.

Este muy resumido panorama nos permitir tener, como primera conclusión, que en nuestro departamento uno de los objetivos buscados por el actual sistema (Equidad en la distribución de los recursos) se está logrando, ya que la mermelada se está untando en 46 de los 47 municipios que lo integra, situación que dista mucho de lo sucedido bajo el anterior sistema.

Sin embargo, no pasa lo mismo con el fin de la inversión, priorizada en el SGR hacia la población pobre y la búsqueda de la equidad social.

De los 108 proyectos aprobados 26 fueron invertidos en arreglo de vías, principalmente urbanas, 15 para adquisición de retroexcavadoras, motoniveladoras y volquetas y nueve para la construcción de polideportivos urbanos y en su gran mayoría techados.

Es decir, que la construcción de plazas de toros, pistas de coleo o piscinas con olas que desacreditaron el anterior sistema de inversión de regalías ha sido sustituido por la fiebre de los polideportivos techados, compra de maquinaria y pavimentación de vías urbanas, mientras los problemas de saneamiento básico existente en la casi totalidad de municipios sigue siendo un problema de salud pública de mínima inversión.

Obvio, que la decisión en la selección, la priorización y la aprobación de los proyectos, así como su contratación, en su gran mayoría está en cabeza de los Ocad, órganos colegiados que tienen que asumir gran parte de esta responsabilidad por el alto grado de politización en su integración, olvidando el compromiso con una verdadera política social, que es el norte que los debería guiar.

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