Dos sentencias recientes del Consejo de Estado, hicieron evidente una vez más la desidia e ineptitud del Gobierno nacional y la Fuerza Pública, cuando se trata de proteger a los defensores de derechos humanos.
De igual manera, las providencias sirven para recordar la vergonzante impunidad que existe para investigar y sancionar a los autores intelectuales de tan repudiables crímenes.
Hago alusión a las condenas contra el Estado colombiano por el asesinato de los abogados Rafael Sánchez Pinillos y Félix Eduardo Martínez Ramírez, en las que se dice claramente cómo sabiendo y conociendo funcionarios del Gobierno de las amenazas que venían padeciendo y el alto riesgo que tenían, nada se hizo para protegerlos.
A Sánchez Pinillos lo conocí en Ibagué en 1983, cuando hacía la judicatura en la oficina regional del Ministerio del Trabajo como requisito para obtener su título de abogado.
Con él y otros personeros del departamento, fundamos en 1995 la Asociación de Personeros del Tolima, lo que me permitió conocer de primera mano las delicadas actuaciones que hacía como personero para tratar de esclarecer el homicidio de varios indígenas Nasa en Planadas y quienes fueron presentados como guerrilleros por parte del ejército.
Pocos meses depués, en agosto del mismo año, en 1995, fue desaparecido y ni el cuerpo ni sus restos han sido encontrados.
La historia de Félix Martínez ya es bien conocida por los ibaguereños. Así mismo, el imaginario colectivo sabe de sus asesinos, quienes aún no han sido castigados.
Aunque estas dos condenas obligan al Estado a reparar económicamente a las víctimas, conocer judicialmente la verdad sobre sus homicidios, es la real reparación que aún esperan sus allegados.
Como la esperan también las familias de Yerman Lombana Echeverry (personero de San Antonio asesinado en ese municipio en 2007), Justo Bernardo Roldán Vega (abogado ambientalista asesinado en Ibagué en 2009) y Sandra Buitrago Álvarez (abogada ibaguereña asesinada el 18 de diciembre de 2005).
Todos abogados, lideraban causas sociales que terminaron siendo factor incidente de su muerte.
Es necesario recordar estos hechos, ahora que en nuestro país resurge el criminal mostruo que cíclicamente asesina a los defensores de derechos humanos y cuyos crímenes siempre han estado cubiertos por el cómplice manto de la impunidad.
Comentarios