No al tapen-tapen sobre Aída Merlano

Jorge Enrique Robledo

Gran error cometen quienes descartan de plano las acusaciones de Aída Merlano contra poderosos dirigentes políticos de Barranquilla y el país, con el deleznable argumento de que las hizo desde Venezuela y está condenada por la justicia colombiana.
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¿Hasta cuándo seguirán usando a Maduro como coco para manipular en Colombia? ¿No se sabe que los mejores testigos pueden ser quienes violaron la ley, porque conocen en detalle lo que hicieron con sus compañeros de andanzas? No soy autoridad para condenar legalmente y creo en la presunción de inocencia. Pero también soy un ciudadano con derecho a exigir que este caso no termine, como va rumbo a ocurrir con Odebrecht-Aval, en que el cartel del tapen-tapen se escabulla del lío al bajo costo de sacrificar unos chivos expiatorios.

Muy mal empezó el fiscal de Iván Duque, Francisco Barbosa, al negarse a investigar las denuncias de Aída Merlano, posición que tuvo que rectificar una vez la Corte Suprema de Justicia llamó al senador Arturo Char a dar explicaciones sobre su complicidad en la fuga de la exsenadora, complicidad de la que ella lo acusó. Para mejor entender lo que ocurre, debe saberse que la Corte Suprema, que condenó a Aída Merlano a 15 años de cárcel, también procesa a Arturo Char por su papel en la misma corrupción, puesto que él y ella compartieron los mismos votos para Cámara y Senado en las elecciones de 2018. ¡Solo en Colombia puede suceder que los duquistas se empecinen en elegir de presidente del Senado a Arturo Char, porque “¿es que ustedes no saben que somos los intocables?”.

Es el colmo negar que Aída Merlano –dirigente de la Casa Gerlein durante años y socia de la Casa Char –Fuad, Alex y Arturo– en las elecciones de 2018 y en las de los cuatro últimos alcaldes de Barranquilla– conoce a fondo cómo opera la política en esa ciudad. Dice ella que Julio Gerlein, su compañero sentimental y político, les aportó importantes sumas de dinero a las campañas presidenciales de Juan Manuel Santos e Iván Duque, al igual que hicieron los Char. ¿En Colombia eso es imposible? ¿Que esas platas no aparezcan registradas en los libros de las campañas son prueba irrefutable de que dichos aportes no se hicieron?

¿No existe un video en el que Roberto Gerlein explica que mucha plata de la política se mueve down desk (“Por debajo de la mesa”) y que en este país es común que se compren votos, ilegalidad por la que condenaron a Aída Merlano? ¿Y está chiflada la exsenadora por afirmar que las elecciones también se compran con plata robada de la contratación pública? No creo que haya colombianos informados y que no tengan objetivos inconfesables que descarten estas denuncias como disparates.

¿Tampoco pudo suceder que el negocio Navelena-Odebrech-Valorcom, con coimas de por medio, se acordara en el yate del hijo de Julio Gerlein, estando presentes este –propietario de Valorcom–, Néstor Humberto Martínez y Luis Carlos Sarmiento Angulo, según afirmó Aida Merlano? ¿No demostré que el Fiscal Martínez, tras falsa investigación de once días, intentó que el país no mirara hacia Navelena-Odebrecht-Valorcom, negocio con torcidos y del que su hijo y socio fue contratista? ¿Por qué no puede ser cierto que Martínez se hiciera elegir Fiscal porque sabía que el caso Odebrecht-Aval llegaría a sus manos, como lo indiqué en el Senado? ¿Ninguno de sus cargos contra Germán Vargas Lleras puede ser cierto?

¿No es extraño rechazar por absurdo que a Aída Merlano le ayudaran a fugarse y a esconderse? ¿Y que le ayudaron los Gerlein y los Char cuando a ellos les convenía que su socia política no contara lo que a la postre denunció, tras irritarse por su dura condena y sentirse engañada por sus socios? ¿No debe investigarse también qué gran poder logró que la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez allanara el directorio de campaña de Aída Merlano, acción legal que no ocurrió contra ninguna otra sede electoral en el país, cuando ese día se compraron votos en incontables sedes políticas en el país? Hace un posgrado en la verdadera Colombia quien vea el video y la transcripción de la entrevista de Aida Merlano con Vicky Dávila.

JORGE ENRIQUE ROBLEDO CASTILLO

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