El mismo será presentado el próximo viernes y dejará al desnudo la realidad de los avances -o de los pocos avances- de nuestra región en aquellos temas que en su momento trazó como importantes en su hoja de ruta hacia el desarrollo, la equidad social, la inclusión y el mejoramiento de la calidad de vida para muchos paisanos.
Una fuente que conoce del mismo y sus resultados me explicó que el diagnóstico es como el de aquel paciente que en el 2005 o 2006 fue al médico y le descubrieron problemas del corazón, los riñones, la tensión, azúcar y triglicéridos altos.
Los médicos se reunieron, hicieron su junta, llamaron a expertos, ordenaron exámenes de laboratorio y le dijeron: “Caballero usted debe hacer ejercicio, tomarse tal medicamento, estar en control, cambiar hábitos alimenticios y cuidarse”.
Pasan por lo menos ocho años y al volver a exámenes médicos de laboratorio, revisar el estado del paciente se encuentran con un cuadro clínico muy parecido, empeorado en algunos casos y mejoradito en otros.
Por tanto, resultaría que las recomendaciones no fueron seguidas con el rigor debido ni aplicado el tratamiento recomendado. Si no paliativos o pañitos de agua tibia.
Lo cierto es que el documento resulta interesante para poder afinar las estrategias de las alianzas público-privado y academia, para analizar competitividad, sectores nuevos a los que se deba apostar, implementación de las nuevas tecnologías en muchas áreas de trabajo, innovación, y si es necesario seguir insistiendo en algunos sectores, si se debe más bien cambiar vocaciones y redirigir esfuerzos conjuntos hacia otros y así sucesivamente.
También, es una buena oportunidad, precisamente, para quienes en un año exacto aspiran a representar al Tolima en el Congreso de la República ya sea en Cámara de Representantes o Senado, porque serán el puente con el Gobierno central para empatar su visión y objetivos con los de la Visión reorientada, reinventada o ajustada.
Los gobiernos tanto departamental, como municipales, los gremios económicos, las asociaciones, federaciones y grupos ciudadanos podrán también contar con una herramienta de insumo muy valiosa para cierto tipo planes, proyectos y acciones, así como de políticas públicas y ajustar indicadores y metas en planes de desarrollo –cuando sea del caso-.
En fin, hay que conocer los detalles del documento; tener presente que es eso un documento que como todos puede contener puntos ciegos y metodología por mejorar, escenarios por articular con la realidad real y no la académica que a veces es otra; también, los alcances del mismo, qué faltó, qué mecanismos utilizar para enderezar la visión, conformar grupos de trabajo alrededor de las nuevas tareas y sobre todo avanzar, hacer, accionar. Para que en el 2018 ó 2019 con una nueva revisión no estemos escribiendo o lamentándonos sobre lo mismo.
El informe que un grupo de expertos realizó bajo la coordinación de la Universidad de Ibagué en su facultad de Ciencias Económicas promete ser revelador, en cuanto a la visión Tolima 2025 y su real desarrollo.
Credito
NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ –GERSAN-
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