Con motivo de la cátedra inaugural de la Universidad de Ibagué, la doctora Margarita Meza, experta en educación de la Universidad de los Andes, dio un completo panorama de por qué las Tecnologías de Información y Comunicación deben ser ahora la nueva herramienta sobre la que se soporte la educación en las universidades.

Con base en su experiencia profesional y con el recorrido que ha hecho por diversos encuentros internacionales pedagógicos, en especial en lo relacionado con las matemáticas, esta docente llamó a sus colegas de Ibagué o no ir contra la tecnología, no olvidar que la tecnología llegó para quedarse y es necesario adaptarla al aula de clase, que dejarla fuera de ella.

No se trata de una guerra o rivalidad entre el marcador, el tablero, el videobeam y la escritura contra la Internet, los hipertextos, las nubes o las redes sociales, si no de encontrar un camino que permita articular lo que interesa y mueve a las nuevas generaciones de educandos con la forma en que la pedagogía debe cogerlos.

Tampoco se trata de que lo virtual o las redes reemplacen la enseñanza del maestro y el cara a cara con el estudiante, ni mucho menos que se termine la interacción para resolver preguntas problematizadoras o problemas reales entre profesor y alumno. No. De lo que se trata es de que ello se complemente con las tecnologías de información.

Se refirió la experta a varios ejemplos de como docentes “tradicionales” han hecho el esfuerzo de migrar hacia lo virtual de la enseñanza, incluido un premio Nobel de Física. La tarea no fue ni muchos menos dispendiosa, lo que realizaron muchos de ellos fue simplemente grabar sus cátedras magistrales habituales y “colgarlas” en la Internet para que ello quedara como una herramienta más de consulta para los estudiantes que tomaban sus cursos.

Con una cátedra colgada allí, los estudiantes podrían volver a repasar conocimientos, adelantar el video o atrasarlo, según sus necesidades, así como volverlo material de permanente consulta. Igualmente, ir creando blogs y grupos de estudios en la red, donde plantear las preguntas que fueran quedando por cada sesión. No se trataba de reemplazar el encuentro permanente estudiante-profesor en la universidad, si no de enriquecerlo. En esto debe hacerse una valiosa precisión porque según la experta, nadie puede olvidar que la universidad forma al ser humano no solo por lo que se dice, comparte o aprende en el aula, si no lo hace más por la interacción permanente por fuera de ella, con otras saberes, posturas, formas de abordar problemas, miradas distintas sobre un mismo hecho, en la tertulia permanente entre estudiante y profesor sobre situaciones reales del mundo.

El rector de la Universidad de Ibagué, Alfonso Reyes, quien dio apertura el encuentro, señaló que es nuestra responsabilidad como migrantes –y no como nativos- digitales estar al tanto de esas herramientas que con tanta facilidad manipulan los jóvenes de hoy.