Algunos aseguran que para esta campaña electoral, sobre todo los aúlicos de los politiqueritos en turno, que el tema de solucionar la problemática de suministro de agua que vive la ciudad ya no interesa; que no debe volverse un tema de la campaña electoral para la Alcaldía y la Gobernación. Vaya que tiene uno que escuchar imbecilidades y tontadas como esas.
Nada más alejado de la realidad y la verdad, que pensar que dicho tema no tiene que volverse crucial en la discusión política de cara a los ciudadanos.
No hacerlo sería como reconocer que el problema ya desapareció o que por fin se solucionó, o que el agua dejó de irse en la ciudad a cualquier hora, cualquier día y por tiempo indeterminado. No. Que tal la postura cómoda y perezosa de no tener que darle la cara al ciudadano frente a tal padecimiento permanente y sin solución real hasta hoy.
Eso es como aplicar la teoría de que si tapo el Sol con un dedo éste desaparece; sin embargo, sigue alumbrándome y quemándome.
Se dice de todo y corren ríos de baba espesa y clara, barriles de tinta con folletos y presentaciones, reunión tras reunión, comités de los comités de sabios, para plantear cuanta cosa se les ocurre: que la discusión del POT y sus nuevos ejes de desarrollo, que Ibagué turística y logística, que atracción de inversión, que más de universidad gratis para estratos bajos, que impulso a tecnologías y zonas de acceso libre a Internet, que más computadores y tablets para educar, que anillos viales nuevos, que mega construcciones donde se reúna el arte, la cultura, zonas de entretenimiento, biblioteca pública, complejos deportivos y no sé qué. Claro todo muy bonito, estructurado en ficha de proyecto, con metodología, soportado en teóricos de territorio ¿y del agua?
De las áreas protegidas, la captación, su almacenamiento y su distribución permanente dónde queda. Porque sin ella el resto es lo mismo de antes y de siempre, o sea bla, bla y más bla.
Con todo el respeto, lo que se requiere es conocer cuáles son los proyectos, las salidas, las soluciones, los recursos, los estudios, para llevar el agua todos los días, las 24 horas, a los hogares, los lugares de trabajo y de esparcimiento de los ibaguereños.
Pregúntenle a los residentes de Onzaga y barrios vecinos, a los de El Jordán y la paralela, a los de Entrerríos, Vergel, San Francisco, entre otros, pero sobre todo a quienes viven en las casitas gratis de interés prioritario que el Vicepresidente Vargas Lleras y nuestras autoridades entregaron hace pocos meses con bombos y platillos. Vayan e indágueles si el agua es un tema de segunda, ya no prioritario e importante en su diario vivir. Ese es y debe seguir siendo el tema crucial y por debatir públicamente en nuestro Municipio y mucho más en este año electoral. Agua sí, necesitamos agua permanentemente.
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