Tolima vota bien

Nelson Germán Sánchez

Todos los tolimenses debemos celebrar iniciativas como las presentadas por distintas entidades y organizaciones para ir creando cultura política y conciencia ciudadana frente a lo importante que es ser un ciudadano político y no un mero ciudadano elector.

La diferencia entre uno y otro es que el ciudadano político –muy escaso entre nosotros- es aquel que conoce sus derechos y sus deberes para con la sociedad, el que se informa sobre las competencias en lo público, indaga sobre aquellos temas que le son de su resorte o lo pueden afectar, lo que es de beneficio común, el que mantiene una postura crítica (argumentada, fundamentada y estudiosa) y no criticona (desde lo personal, el parecer y el capricho).

En este año de proceso electoral es muy importante apostar por dicha formación de ciudadanía en el tema político, pues aunque no se logrará impactar mayoritariamente en los hábitos, las conductas y las decisiones de las personas en el corto plazo, sí se iniciará un camino y un esfuerzo que de mantenerse rendirá frutos en los años por venir, aproximadamente en un quinquenio, cuando se dé paso a las transformaciones del pensamiento de un ciudadano cada vez más educado, informado y consciente.

Lo interesante de este proyecto interinstitucional seguramente se basará en su estrategia y los objetivos principales planteados, pues tendrá que contener algunas acciones puntuales en el corto y mediano plazo frente a la jornada democrática del próximo mes de octubre. Con acciones me refiero a que de manera masiva y articulada, utilizando los medios de información masiva, así como las redes sociales y las nuevas tecnologías, los recursos y el personal de cada quien, se adelanten charlas en barrios y veredas, en conjuntos, en fábricas y almacenes de cadena, así como en el comercio organizado, plazas de mercado, centros comerciales, puntos de encuentro ciudadano; mucho más allá de un foro en cualquiera de las aulas máximas de las universidades, un conversatorio en el auditorio de la Cámara de Comercio o el Centro de Convenciones de la Gobernación. Porque eso es lo mismo de siempre, es decir, el reflejo de la postura de hora nalga perezosa y pensamiento pseudo burgués de algunos que necesitan escudar su ineficiencia en 200 postulados teóricos, 500 autores, 50 títulos, entre otras cosas, buscando descrestar calentanos, gastarse una platica en afiches, flayers, grandes pendones para adornar recintos, uno que otro contratico para algún familiar varado o una organizadora de eventos donde se respete la precedencia y le etiqueta. Eso, para justificar la plata de los organismos internacionales y elevar algún indicador de cumplimiento en alguna de las instituciones convocantes en lo social.

Por el contrario, lo que también se espera es un verdadero plan de medios con agenda semana tras semana, número de impactos, contenidos y creación de mensajes en redes sociales, cuñas permanentes, apariciones en tv, invitados nacionales e internacionales para hablar de la responsabilidad del voto, de la importancia de hacerlo de manera libre y de informarse para depositar el poder en alguien que ocupará un cargo de elección popular quien manejará el presupuesto oficial que es de todos, tomará decisiones por los demás y hablará en nombre la sociedad.

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