El nombre de Beethoven da para muchas cosas. Por ejemplo, es el autor de las sonatas más hermosas de la historia de la música y, al mismo tiempo, identifica a uno de los protagonistas de la más reciente novela del escritor valluno Fabio Martínez, “El tumbao de Beethoven”, publicada por la Fundación Común Presencia en su colección “Los conjurados”.

Tanto el compositor sordo como el personaje negro de la novela tienen como esencia, guardadas las proporciones, la música. El compositor alemán es el autor de varias de las piezas más significativas de la música universal, “la culta” y de ella “la clásica”, y el ficticio es un excelso bailarín de salsa, amante de la música popular y triunfador en los escenarios rumberos más conocidos del mundo.

Una de las cualidades de esta novela de Fabio es el manejo de los diálogos. Por un lado hay un diestro manejo del lenguaje común, la jerga de los salseros caleños y, por otra, los utiliza con generosidad en la obra, lo cual demuestra su habilidad para su manejo, solvente y esclarecedor. Uno se siente en una calle de Cali escuchando el intercambio de dos rumberos de la ciudad.

Betho, como le dicen familiarmente sus amigos, logra cautivar al lector porque es fresco y natural, desenvuelto y franco, salido de las calles cotidianas de la urbe para ingresar a la literatura con todos los honores y quedarse en las calles de su memoria.

La novela es un fresco extenso en la que se retrata la sociedad caleña de las décadas de los años sesenta y setenta donde la música hace de telonera de una sociedad conflictiva y arrogante, permeada por la cultura del facilismo y del consumismo, esa que apuntala y respalda la insurgencia del narcotráfico en el seno de la sociedad colombiana.

Los personajes de la novela son confrontativos, unos salidos de los barrios populares de Cali, amantes del baile, la música y el fútbol, y otros de los sectores exclusivos, de las clases pudientes, personajes que se erigen como testigos del tiempo que les ha tocado vivir y con el cual nos identificamos en muchos casos sus lectores.

Gozosa y llena de humor, esta novela prolonga la huella de autores como Andrés Caicedo y Umberto Valverde, también caleños, que tienen la música como protagonista de la historia. 

Pero más allá del impresionante catálogo de compositores e intérpretes de la salsa, que son parte de la superficie atractiva de la novela, en sus páginas Fabio exalta desde la ficción la identidad cultural de una región que, con la caña de azúcar y la salsa, ha logrado perpetuarse en los escenarios económicos y culturales del mundo.