Alguna vez leí la siguiente frase: “el único fracaso posible es no intentarlo¨. Pensé, y lo digo con honestidad, que esa frase la pude haber leído en pretéritas lecturas que hice de algunos apartes de la obra de G.K Chesterton. Fui a Google a buscar el origen de la frase y para sorpresa mía aparecen dos posibles autores nada que ver con Chesterton: George Clooney el actor y Alexis Sánchez el futbolista chileno. Reí. Las ideas no son de quien las predica sino de quien las necesita. Tomé fuerzas y me dije a mi mismo: ¡qué más da, inténtalo! En consecuencia, la siguiente nota.
Señor
Rodrigo Londoño Echeverri
Director Nacional, Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común Farc.
Su primer mensaje dirigido al recientemente elegido presidente Iván Duque Márquez tuvo un tono de gallardía que personalmente me alegró. Felicitó usted al futuro Presidente de Todos los colombianos y lo reconoció como tal, un amable aporte a la institucionalidad de su parte, y debo decirlo, contrastó su mensaje con el de otros sectores que desde ya se dicen de oposición hacia gobierno recién elegido.
El Presidente electo de Todos los colombianos, al ser preguntado si se reuniría con los miembros de las Farc, manifestó su disposición inicial de hacerlo y tuvo el atinado mensaje de afirmar, que hoy por hoy, la Farc es un partido político en Colombia.
Sobre estos gestos hay que empezar a construir. Los colombianos que votamos por el nuevo Presidente de Colombia le dimos un mandato programático que incluye introducir modificaciones al Acuerdo de la Habana-Colón y no hacerlo trizas.
Entre esas modificaciones, la siguiente me resulta relevante: no pueden ejercer como congresistas aquellos miembros de las Farc mientras estén incursos en procesos por delitos de lesa humanidad.
Y qué tal que sean las mismas Farc, con su vocería Señor Londoño, reconocida al interior de su partido y de la sociedad colombiana, las que den el primer paso respecto a esta modificación que nos propuso el Presidente electo?
Sería una expresión de voluntad y un gesto audaz para iniciar estas necesarias conversaciones sobre los acuerdos, su futura implementación y sus futuros ajustes.
Dentro de los sectores militantes y afectos a su partido hay colombianos y colombianas sobre los que no recae acusación alguna por delitos de lesa humanidad, que a partir del próximo 20 de julio podrían ocupar las curules en Senado y Cámara.
Sus compatriotas entenderíamos una decisión de esa naturaleza como un paso adelante significativo e irreversible en la reconciliación de Colombia. De proceder así, ustedes estarían ampliando el horizonte de creatividad para los futuros y necesarios diálogos entre el Gobierno nacional y el partido de las Farc.
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