El partidor de candidatos a la Gobernación del Tolima y a la alcaldía de Ibagué está casi listo para dar inicio a la carrera electoral que terminará el próximo mes de octubre.
En Ibagué ya se conoce quienes están prestos a ingresar al partidor. Se sabe quién es el candidato del alcalde actual, quienes buscan el aval del partido conservador, quienes buscan un consenso al interior del Centro Democrático, quien viene de hacer una gestión en el Gobierno nacional con el expresidente Santos y quienes tuvieron un papel en el Gobierno distrital de Bogotá con Petro.
A varios de ellos tengo el gusto de conocerlos y mantener un canal de amistad amable y respetuoso. Los que más conozco y admiro por su trayectoria profesional y académica son Jaime Eduardo Reyes y Leonidas López, viejas amistades que trascienden coyunturas electorales.
Mis preferencias a la alcaldía de Ibagué están con Leonidas López, un líder sereno, capaz de concitar al sector privado y al sector público en propósitos comunes; el Centro Democrático tendría en él una hoja de vida de lujo, dotado para asumir las riendas de Ibagué; Leonidas despierta entusiasmo de diversos sectores políticos liberales, conservadores y de sectores independientes.
Como Leonidas mismo dice, él nunca ha titulado a nadie de enemigo y con su mano solo ha entregado títulos de técnicos y profesionales a miles de jóvenes ibaguereños y tolimenses.
Para Gobernación hay una sustancial diferencia: no se conoce aún la apuesta definitiva que hará el partido liberal para ofrecer una alternativa necesaria y urgente hoy para el departamento; con certeza, el liberalismo tolimense será proactivo en esta materia y tiene en los nombres de Carmen Sofía Bonilla, Jorge Casabianca y Hernando Hernández (ordenados alfabéticamente por apellidos) reservas humanas valiosísimas de lujo para librar una necesaria e inaplazable batalla.
Ya se conoce cuál es el candidato del gobernador. El Centro Democrático inició ronda de foros y prepara una encuesta para definir su candidato; lamento que de ese proceso se haya retirado Juan Pablo Rodríguez, cuyos motivos él mismo hizo públicos, su liderazgo al interior del Centro Democrático es valioso.
Milton Restrepo, un histórico y leal uribista se mantiene en la brega, las bases del Centro Democrático reconocen su trabajo construyendo partido. Carlos Edward Osorio, persona estudiosa, respetuosa y leal amigo de sus amigos y promotores, busca ganarse el favor de las bases del Centro Democrático donde su nombre ha causado una especie de indignación doctrinaria, toda vez que Osorio fuese vocero del Sí en el plebiscito y acucioso parlamentario al servicio de las causas legislativas del gobierno Santos para alcanzar las negociaciones con las Farc, temas que no riman con la historia del Centro Democrático.
Osorio también anda explicando porque no está inhabilitado para ser candidato del Centro Democrático ante una eventual configuración de doble militancia al recibir el aval del Centro Democrático, al respecto, el partido eleva consultas a las autoridades competentes.
Si el Partido Liberal y el Centro Democrático quieren consolidar una propuesta alternativa y real para alcanzar la gobernación, deben pensar en una estrategia conjunta, quizás, una consulta interpartidista; sé que Milton Restrepo de ser elegido candidato del Centro Democrático estaría abierto a considerar el tema; le pregunté a Carlos Edward sobre el tema, no entendí su respuesta, mea culpa.
OPTANDO POR COLOMBIA
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