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Estos barrios, junto con La Aurora, se han visto afectados a lo largo del tiempo por la falta de busetas y los cambios de horarios. Según Paola Sarmiento, estudiante que usa habitualmente la ruta 50 con destino a la Universidad del Tolima, “las busetas pasan cuando quieren, uno se queda parado por harto rato y no sube ninguna”.
Por su lado, María Hilda Urueña, tendera del barrio Clarita Botero, expresó su descontento con la ruta 2, argumentando que en repetidas ocasiones los profesionales del volante se quedan en el paradero del barrio más de lo que deberían, “me he fijado que a veces los buseteros se demoran para dar la vuelta, incluso he visto que se bajan a orinar en la calle y hacen ‘maña’”, puntualizó Urueña.
Adolfo Martínez, habitante que vive por esta zona desde hace un buen tiempo, manifestó que, “en la noche me ha tocado venirme a pie desde el Centro porque no pasa ni la 2, ni la 50. A las 8 p.m. ya no hay buseta que me lleve a la casa”.
Las quejas no han tenido resultados
Urueña recordó que hace unos años, la comunidad pasó varias cartas a la Alcaldía de Ibagué para que dieran solución, no solo al problema del transporte público, sino también a los enormes huecos que habían en la calle principal.
Aunque el tema vial ya no es la ‘pesadilla’ porque ya se pavimentaron, sigue el dilema de la movilidad. “Llevamos con este problema desde hace mucho tiempo”, enfatizó.
Soluciones improvisadas
Los habitantes han implementado una estrategia para mitigar esta necesidad, aunque afecta el bolsillo. Sujetos en moto ofrecen el servicio de transporte a lo largo del día, en especial en las horas matutinas y en las noches. Sin embargo, esta alternativa, que parece ser más económica, resulta ser en ocasiones costosa.
Ferney Otálvaro, se dedica a brindar dicho servicio desde hace un año, “al día uno se puede hacer $50 mil o $60 mil y desde la calle 15 con carrera Quinta hasta el Clarita Botero en la noche cobro $3 mil el pasaje”.
Aunque es una alternativa que sirve como “desvare”, los habitantes no la consideran viable por los gastos que esto implica a la semana. “No es justo que uno tenga que pagarle a alguien que lo traiga a la casa, mientras uno ve que otra rutas sí pasan”, expresó Urueña.
La otra versión
Esta redacción conoció la opinión de un profesional del volante, quién pidió reservar su nombre, donde explica el motivo de las demoras y la poca cobertura hacia estos barrios rurales.
“Cada día nos envían desde la Secretaría de Movilidad una programación donde está especificada la información de pico y placa, las rutas adicionales y los horarios de rodamiento y nosotros nos guiamos por las tablas que nos envían”, expresó.
Indicó que cada buseta tiene unos tiempos establecidos de distancia una de la otra. “En las primeras rutas de la mañana, en las más ‘flojas’ (Las que menos pasajeros manejan) hay una frecuencia de 10 minutos empezando y cada vez que va llegando la hora pico, es decir, las 6 a.m., esa frecuencia va disminuyendo hasta que llega a 6 minutos de diferencia, respecto a las más ‘movidas’ la frecuencia es de 3 a 4 minutos”.
Las rutas en cuestión estarían dentro de esa categoría de ‘rutas flojas’.
El conductor también explicó que no hay mayor número de carros para la cobertura. Puesto que, la 50 y la 2 solo cuentan con 15 y 19 autobuses respectivamente, y en ocasiones no salen todos. “Muy rara vez se hacen 200 pasajeros, además, la ruta 39 a veces se adelanta y recoge las personas que van para Montezuma y Ancón, uno sube con pocos pasajeros y de bajada es igual”.
“No son pasajeros fieles”
Adicional a lo anteriormente dicho, el chofer indicó que los pasajeros no son fieles a las rutas en el día, pero sí en las horas nocturnas. “En el día, la gente prefiere bajarse hasta el Centro en la 8, en vez de la 2, pero cuando es de noche y necesitan llegar a sus hogares sí requieren de esta ruta específicamente”, añadió, “uno se la pasa en competencia con las otras rutas para que no se lleven los pasajeros”.
Exigirán de nuevo
Finalmente, la comunidad pretende organizarse de nuevo y recolectar firmas y enviarlas a la Alcaldía para exigir soluciones.
Por otro lado, este medio intentó comunicarse con el Gerente del Setp, César Yáñez, sin embargo, al momento de esta publicación no fue posible obtener su declaración.
La nueva tarifa
2.500 pesos será la tarifa que regirá desde el próximo 16 de enero, una vez se especifiquen los aspectos jurídicos y cumpliendo con los requisitos legales bajo un decreto municipal. Es decir, que el incremento será de 300 pesos para las 30 rutas urbanas.
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