Las conversaciones y su impacto

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DÍA
Es abundante la literatura que encontramos sobre la importancia de la oratoria, de hablar bien en público y de cómo fortalecer esa habilidad; sin embargo, no ocurre igual con material sobre el valor de las conversaciones y cómo lograr que estas sean significativas, amables y constructivas.
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Como seres sociales nuestra vida es una constante conversación y todo surge y se hace conversando, ya sea con otros o con nosotros mismos. Es usual tener una visión corta sobre las “conversaciones”, porque se tiene la idea que solo se trata de hablar.

Sin embargo, las verdaderas conversaciones van más allá y tienen un gran poder, no solo se hacen con palabras, interviene también nuestro cuerpo y emociones. Son tan importantes que estudiosos del tema como el chileno Humberto Maturana, afirma que  “Todo quehacer humano ocurre en el conversar. Cambiemos nuestras conversaciones y haremos un mundo distinto”.

En el fondo, todo se da mediante conversaciones y estas son las que construyen nuestras relaciones. El inicio y fortalecimiento de una  relación de pareja, el entendimiento y bienestar de la familia, el nacimiento y conservación de amistades, la buena relación con compañeros, vecinos o con la comunidad donde se vive, no serían posibles si no se dan conversaciones, positivas, enriquecedoras y constructivas. 

De igual manera ocurre en las empresas; nacen de alianzas, los acuerdos entre directivos avanzan con el direccionamiento de jefes y la interacción con los equipos de colaboradores. Para todo ello es indispensable tener conversaciones claras y productivas.

Si solo le interesa hablar a usted, será un monólogo, y si no le interesa lo que dice el otro es posible que haya una transmisión de información pero no una conversación. Hay que admitir que muchos de los problemas, inconformidades y hasta sufrimientos que tenemos los seres humanos son resultado de la falta de competencia para conversar y relacionarnos. 

Las conversaciones tienen un gran poder, son capaces de impactar la forma en que nos conectamos, interactuamos e influimos en los demás, ya sea en el ámbito de las amistades, la familia o la empresa. Pueden dar tranquilidad, alegría, esperanzas, aliento o servir para compartir sueños, emociones y necesidades, pero también, generar conflictos, penas, inquietudes, resentimientos y desencuentros.

 

Hábitos para tener buenas conversaciones

Cabe preguntarnos, ¿qué debemos hacer para mejorar nuestras competencias conversacionales? Comience por ajustar algunos hábitos como:

 

1.Escuchar con atención plena y evitar interrumpir en el momento inoportuno

2. Utilizar un lenguaje positivo y evitar palabras agresivas o displicentes.

3. No prejuzgar. Estar abierto a escuchar sin juzgar a las personas.

4. Preguntar. Esto muestra interés por lo que dice la otra persona.

5. Manejar una comunicación emocional. Que su expresión corporal y lenguaje sean estimulantes.

6. Manejar una comunicación emocional. Que su expresión corporal y lenguaje sean estimulantes.

 

“No hay nada más estimulante que un buen diálogo para generar cambios en la persona, para despertar fortalezas y promover el bienestar”. Carl Rogers. Psicólogo humanista

Credito
MARTHA CRUZ

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