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Algunas veces lo anterior hace difícil la convivencia en el hogar porque se genera tensión, disgustos, peleas y regaños, pues los padres y niños no estaban habituados ni preparados para afrontar esta realidad.
Ante este panorama el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) publicó unas pautas para ayudar a mejorar la convivencia durante el aislamiento. Por considerarlo de utilidad comparto algunos de los consejos que ofrece esta organización:
* Dedique tiempo a cada uno de sus hijos, sin importar la edad. Establezca un horario y durante ese rato concéntrese en lo que pueda ser de interés para él o ella. Escúchelos y comparta, ojalá sin interrupciones.
* Haga su mejor esfuerzo por mantenerse positivo, sonría y utilice el sentido del humor siempre que sea posible. Evite discusiones acaloradas; hable, dé instrucciones o haga observaciones calmadamente y use un lenguaje positivo. Los gritos o groserías a ninguno beneficia. Recuerde elogiarlos cuando lo merezcan.
* Cree una nueva rutina para el día a día. Establezca horarios para levantarse e ir a dormir, para las tareas escolares y el tiempo de descanso. Organícelas con ellos y escuche sus sugerencias. Revíselas y ajústelas si es el caso.
* Establezca unas “reglas de juego” lo más razonables y precisas posibles, incluyendo las sanciones que se aplicarán en caso de incumplirlas y acuérdelas con los niños y demás miembros del hogar, pero asegúrese de que acoge aquellas sugerencias que resulten viables y que entienden la importancia de cumplir las reglas acordadas, que no son capricho de los mayores sino exigencias de la situación que viven.
* Qué hacer si se portan mal. Cuando sienta que se le agota la paciencia, dese una pausa y respire profundo, manténgase calmado. Recuerde que la situación no es fácil, es posible que actúen así por cansancio, hambre, miedo, fatiga, ansiedad o aburrimiento. Recuérdeles las reglas acordadas y busque soluciones positivas.
* Maneje su estrés. Es normal que los padres o los mayores se sientan preocupados y estresados por diferentes y válidos motivos, pero hay que ocuparse en solucionar lo posible, relajarse un poco o hacer alguna actividad que le agrade. Busque comunicarse con alguien que usted sabe le escuchará y hará sentir mejor. No se sature de información negativa o que le genere pánico.
* Hable del Covid-19. Su hijo puede tener dudas e inquietudes sobre el virus y la situación que se vive. Escúchele, hable y explíqueles la realidad con palabras adecuadas para cada edad, asegúrese de su comprensión y de no angustiarlos. Explíqueles que el Covid-19 no tiene que ver con la persona y que además hay que ser comprensivos con los enfermos y con quienes los cuidan. Es mejor hacerlo antes que reciba una avalancha de información errónea.
* Mantener seguros a los niños en internet. Estar conectados puede ser de gran utilidad pero también presenta riesgos y peligros y se les debe alertar sobre ellos y lo que deberán evitar. Esté atento al uso que le dan. Genere confianza para que le cuente sobre información que les moleste o les haga sentir angustiados, que ellos sepan que usted no los regañará por estos comentarios.
* Presupuesto familiar en tiempos de estrés financiero. Involucre a los hijos, cuando sea posible, en la elaboración del presupuesto familiar, hacerlo así ayuda a que entiendan la situación y las decisiones difíciles que a veces esto genera.
Esta es una época de desafíos, especialmente para los padres, por ello es importante que tome nota de estos consejos para contribuir a la armonía familiar y a sobrellevar esta situación de la mejor manera posible.
*Asesora y formadora en Habilidades Sociales y Productividad Personal.
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