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Si está buscando un destino diferente para disfrutar en familia durante las vacaciones de diciembre, el Tolima tiene un tesoro natural que podría sorprenderle. Se trata de un pequeño desierto ubicado en Gualanday, un corregimiento situado a tan solo 30 minutos de Ibagué, que combina paisajes áridos y cascadas de agua cristalina en un entorno único.
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Este atractivo, que ha sido apodado como el "desierto escondido" del Tolima, es parte de la experiencia que ofrece la Hacienda Castilla Real. A diferencia de lugares como el desierto de la Tatacoa, que es ampliamente conocido, este rincón natural es menos concurrido, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan desconexión y tranquilidad en esta época de celebraciones.
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El recorrido comienza con una caminata ecológica que atraviesa la hacienda, rodeada de un nacedero de agua que culmina en una cascada. La mezcla de paisajes áridos y el entorno natural convierten este lugar en una experiencia visual y sensorial única.
Para llegar, basta con dirigirse al corregimiento de Gualanday. Desde el Terminal de Transporte de Ibagué, la empresa Cootrautol ofrece rutas económicas y frecuentes hacia el destino. Una vez allí, los habitantes del lugar podrán indicarle cómo llegar a la hacienda.
Este diciembre, anímese a explorar este paraíso escondido, perfecto para desconectar del ruido de la ciudad y conectar con la naturaleza.
Dato: Hay muchas aves y animales para fotografiar.
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