Latinoamérica conmemora hoy el Día del Nutricionista, una fecha con la cual se reconoce el trabajo de hombres y mujeres que vigilan la dieta de las personas, ya sean sanas o enfermas, no sólo por estética, sino por cuestiones de salud.

La celebración se viene desarrollando desde 1974 en honor al nacimiento del doctor Pedro Escudero, médico argentino pionero de la nutrición en América. En la década del 30 Escudero, quien falleció a la edad de 85 años, creó el programa académico en dicha especialidad en su país, fundando el Instituto Municipal de la Nutrición (actual Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires), la Escuela de Dietistas.

En 1941 el médico creó la Asociación Argentina de Nutrición y Dietología, destinada a reunir a sus discípulos y a todos los interesados en el progreso de esta rama de la ciencia. Posteriormente, en 1945, se crea, gracias a su impulso, la Cátedra de Cocina Dietoterápica. Sus planteamientos aportaron al  desarrollo de planes similares a lo largo del continente.

El reto

Teniendo en cuenta que una adecuada alimentación es uno de los principales factores para garantizar la salud de una población, quienes laboran como nutricionistas enfrentan enormes desafíos, puesto que en la actualidad el aumento de los problemas de nutrición es evidente. Hoy no sólo se encuentran poblaciones desnutridas u obesas, sino que se evidencia un deterioro de la salud como consecuencia del medio ambiente y los malos hábitos alimenticios, que incluso van hasta la crianza.


Recomendaciones

Con motivo de la celebración del Día del Nutricionista, algunas organizaciones del ámbito de la salud quieren sensibilizar a las personas sobre la importancia de una buena nutrición combinada con ejercicio físico regular para disminuir la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad, por ello sugieren  algunos consejos para una alimentación saludable:

- Comer con moderación e incluir alimentos variados en todas las comidas.

- Consumir diariamente leche, yogures o quesos, que son necesarios en todas las edades.

- Comer diariamente frutas y verduras de todo tipo y color.

- Comer una amplia variedad de carnes rojas y blancas retirando la grasa visible.

- Preparar las comidas con aceite preferentemente crudo y evitar la grasa para cocinar.

- Disminuir el consumo de azúcar y sal.

- Consumir variedad de panes, cereales, pastas, harinas, féculas y legumbres.

- Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitarlo en niños, adolescentes y embarazadas.

- Tomar abundante agua potable durante todo el día.

- Aprovechar los momentos de las comidas para el encuentro y el diálogo con otros.