María Victoria Angulo, una abanderada de la educación

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Una exalumna del Santa Teresa de Jesús se ha convertido en una de las mujeres que más conocen de educación en Colombia. Su amor por lo público es la mayor herencia de su padre, el exsenador conservador Guillermo Angulo Gómez, quien también fue ministro del ramo.

Apasionada por su trabajo y convencida de que solo con política social asertiva que promueva la equidad es como este país se va a reconciliar. Así es María Victoria Angulo, la profesional ibaguereña, que lleva a cuestas la cartera educativa de Bogotá.

Este cargo, que le representa el mayor reto de su trayectoria, lo asumió con la idea firme de que la educación es el motor de transformación social que hará posible una ‘Bogotá mejor para todos’.

Su meta es lograr una ciudad que investigue y se reinvente por el bienestar de los niños, jóvenes, docentes, familias y sociedad civil, logrando convertir cada espacio en ambientes de aprendizaje que brinden experiencias significativas y hagan a los ciudadanos más felices.

A la invitación que le hizo el alcalde Enrique Peñalosa llegó con un equipaje cargado de sueños sustentados en una experiencia de 18 años en los sectores público y privado, en temas sociales con énfasis en educación, y con la intención de construir sobre lo construido.

Sabe lo qué dice

María Victoria Angulo es economista social de la Universidad de los Andes, con maestría en Desarrollo Social de la misma universidad, y maestría en Análisis Económico Aplicado en Política Social de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (España).

Su hoja de vida es impecable, su nombre tiene peso en el sector. El Departamento Nacional de Planeación, el Ministerio de Desarrollo, la Secretaría de Hacienda del Distrito, el Ministerio de Educación, donde se desempeñó como directora de Fomento a la Educación Superior, y la Fundación Empresarios por la Educación, que lidera y articula esfuerzos para contribuir a que la niñez y juventud de Colombia tengan una educación de calidad en ambientes colaborativos de aprendizaje que aporten a la construcción de una sociedad ética, justa, equitativa y democrática, son algunas de las entidades donde no solo dejó su corazón y su granito de arena, sino que también le dieron las bases suficientes para encarar un reto de gran envergadura como es aportar al progreso de la educación.

En síntesis, su carrera en lo público hizo la génesis de su formación, lo público es su vocación y la educación pública ha estado incidiendo en todo su trabajo.

En su nueva posición tiene ambiciosos objetivos: convertir a Bogotá en la ciudad pionera del país en diseñar e implementar una Ruta de atención integral a la primera infancia de los cero a los cinco años; ofrecer respuestas en cobertura y permanencia con una mirada desde la realidad local, y consolidar y fortalecer la Jornada Única.

Igualmente, dice que marcará vital importancia la calidad educativa, con una visión que integra lo cognitivo y lo socioemocional para hacer de la experiencia educativa un proceso significativo que abra a los niños y jóvenes las puertas a futuras oportunidades personales y laborales, y el acceso a la educación superior de calidad.

Creció amando lo público

La Secretaria de Educación del gobierno Peñalosa llegó al sector público incitada por el amor a este en que creció, por un lado fomentado por su padre el exsenador Guillermo Angulo Gómez, y por el otro, las enseñanzas obtenidas en la academia, precisamente en un colegio oficial, el Santa Teresa de Jesús, del que se siente muy orgullosa por las oportunidades que le dio. Está segura de que a esa formación “le debo lo que hoy soy”.

En esta egresada de la generación 1991 el enamoramiento a la lectura, la investigación y las permanentes preguntas de cómo podría aprender más y cómo entender el contexto que la rodeaba fueron elementos característicos de su infancia y la adolescencia.

Dicha imagen de estudiante aplicada se une a los recorridos de fin de semana por los paisajes del Tolima donde, a la par que se dejaba maravillar por los colores y quedaba seducida por la calidez y dulzura de la gente, se conmovía con sus necesidades.

Este aspecto, la llevó a tomar la decisión de estudiar economía para tener los conocimientos pertinentes con tal de coadyudar a mejorar la vida a muchos, y dentro de ellos la política social se inclinó a su forma de pensar y de sentir un mejor país.

Así, el trabajo la fue llevando primero desde un análisis de política social hasta entrar en desarrollo, pobreza y educación y, de ahí en adelante, a continuar durante su trayectoria teniendo el privilegio de hacer un recorrido desde educación superior, básica y media y educación inicial, siempre con el mismo interés: servir con candidez, como buen ser humano y con el entendimiento de que “cuando uno es servidor público puede cambiar realidades”.

Dejándose sorprender

María Victoria, quien ha sido clave en el diseño de las políticas nacionales educativas desde el alto gobierno, y a través de su fundación trabajó con más de tres mil rectores de distintas regiones del país con el fin de sumarse a las tareas de las secretarías de Educación y contribuir a la mejora de los aprendizajes y el empoderamiento de los maestros y rectores, tiene para muchos el perfil idóneo para ser Ministra de Educación.

Sin embargo, alcanzar esta posición no la desvela, puesto que, según menciona, nunca se ha puesto metas de cuál va a ser su siguiente paso: prefiere dejarse sorprender.

“Al momento soy secretaria de Educación y es un honor que me ha dado el Alcalde para servirle en su administración”, comenta, al señalar que se enfocará en desempeñar cada función con fervor y dedicación.

Pensando en este proyecto, a sus 41 años, recién cumplidos, pone en sus oraciones y en el mapa de los sueños “que la vida me deje servirle al país y a su ciudad”, y que cada trabajo la lleve a retarse y reinventarse.

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

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