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En la región colombiana del Tolima Grande se encuentra el municipio de Purificación con 27.873 habitantes. Allí podrán observar la plaza de mercado municipal De Cifuentes, en la cual se halla el patrimonio gastronómico de la región con productos artesanales llenos de tradición. Una cultura que se mantiene vigente con el pasar de los años.
Al hacer un recorrido de esta plaza se observa un punto de encuentro para campesinos, compradores, amigos y turistas, que disfrutan de ir a mercar, charlar y probar cada uno de los productos y platos típicos caracterizados por sus olores, colores y diversidad de sabores. Así mismo, está llena de calidez, buena energía y satisfacción de los vendedores al ver que su esfuerzo es bien recompensado.
De Cifuentes fue fundada por el alcalde Ricardo Morales, quien proporcionó espacios adecuados para cada vendedor, además de servicios públicos esenciales como el agua y la luz. Está ubicada al lado del malecón turístico de Purificación y tiene un funcionamiento de lunes a viernes de 7:00 a.m. a 1:00 p.m., los sábados y domingos son considerados los mejores días de mercado, iniciando de 7:00 a.m. y finalizando a las 12:00 p.m. Por otra parte, cuenta con un vocero encargado de informarle a la comunidad los productos que ofrecen allí y sus respectivos precios, esto debido a que varían frecuentemente. Actualmente, dicho vocero es Luis Alberto Quintero, purificense de corazón.
En un día de mercado se encuentra mucha variedad de frutas, verduras y platos típicos. Sin embargo, este lugar no solamente es una plaza de mercado, también cuenta con un espacio para la venta de prendas de vestir, calzado, accesorios para decoración, recipientes de alimentos, entre otras cosas.
A través del paladar se genera una buena forma de acercarse a la gastronomía tolimense y disfrutar de las delicias que nos ofrece nuestra hermosa región. Para empezar la ruta gastronómica se recomienda probar los platos típicos más consumidos de la plaza de mercado, los cuales son las achiras, la lechona y el inigualable tamal.
Tomando como punto de partida el viaje a esta ruta gastronómica tenemos como inició las achiras, un tubérculo orgánico con descendencia del Huila del que se obtiene harina y almidón; se elaboran con queso, harina, huevo, sal y mantequilla. Estas se destacan por su producción artesanal y su gran valor nutricional. Según Adelaida Ospina, productora y vendedora de achiras hace 30 años, comentó que el proceso de fabricación es bastante duro, debido a que aproximadamente al día se hacen y exportan unas 10.000 unidades, para esto, las altas temperaturas con las que deben trabajar para el horneado de las mismas son difíciles de manejar.
Para continuar con esta ruta, daremos paso a la lechona, un cerdo relleno con su carne, arveja cocinada y condimentos (comino, sal); que tarda 12 horas en hornearse y debe ser vigilado constantemente para que su piel no se queme. Igualmente, Hernán Bocanegra, vendedor de este plato típico que es tan consumido en la plaza, explicó que se pueden sacar entre 80 a 100 platos, dependiendo del tamaño de la lechona.
Por último, el tamal es un plato típico que se come normalmente en el desayuno junto a un chocolate caliente y pan. Es caracterizado por su particular envoltura en hoja de plátano, y está relleno de pollo, carne, zanahoria, huevo cocido, arroz, arveja seca y hogao. Una delicia cautivadora.
“La gastronomía tolimense es un tesoro simbólico y característico de nuestra región, por este motivo hay temporadas en donde la producción de estos platos típicos no se detiene, puesto que son muy consumidos por su exquisito sabor a tradición. Las mejores temporadas para las ventas son la Semana Santa, el San Juan, el San Pedro y las actividades decembrinas (fin de año y puente de reyes).” comentó Doris Correcha, fabricante de tamales. Vive una experiencia verdaderamente colombiana con los mejores platos típicos del Tolima, muy buenas opciones para deleitar tu paladar.
Dato
Según Adelaida Ospina, productora y vendedora de achiras hace 30 años, el proceso de fabricación de estos alimentos es bastante duro, debido a que, aproximadamente, al día se hacen y exportan unas 10.000 unidades. Añadido a esto, las altas temperaturas con las que deben trabajar para el horneado son difíciles de manejar.
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