Desolador. Este es el panorama que afrontan los vendedores informales, ante la entrada en vigor de las disposiciones de la Ley 1335 de 2009, que prohíbe la venta del cigarrillo por unidad y la publicidad alusiva a este producto.
Igualmente, no se permite el consumo de tabaco en las áreas cerradas de los lugares de trabajo y/o de los sitios públicos tales como bares, restaurantes, centros comerciales, tiendas, parques, estadios, cafeterías, discotecas, cibercafés, hoteles, ferias, casinos, zonas comunales, áreas de espera y cualquier lugar donde se realicen eventos de manera masiva.
La infracción a la norma por parte de los tenderos y cigarrerías puede representar una multa de uno a 100 salarios mínimos, así como la suspensión de la licencia de sanidad y el cierre del establecimiento.
Sin embargo, el Gobierno anunció que en los primeros 30 días de aplicación de la prohibición se impondrán comparendos educativos a los infractores de la medida y luego se harán efectivas las multas, que para los vendedores informales serán de uno a tres salarios mínimos legales vigentes.
“Un golpe a nuestra economía”
La entrada en vigor de la ley generó malestar entre comerciantes y consumidores. Los más afectados son los vendedores informales, que se ganan la vida con la venta de cigarrillos por unidades en las calles.
Gustavo Cruz, propietario de una caseta en la que expende este y otros productos, explicó que la medida lo afecta porque “el cigarrillo se vende más por unidad. La venta ya se perdió. Cuando se les dice que tienen que llevar por lo menos media cajetilla, la gente se va. Considero que el Gobierno está jugando con Dios y con el diablo, por un lado le cobran a las empresas tabacaleras los impuestos y por otro lado las reprime; con esta ley lo único que van a hacer es afectar a quienes vivimos de la venta”.
Igual opinó Fernando Aldana, quien aseguró que vender cigarrillos por paquetes no representa ganancias, pues en promedio a una cajetilla se le puede sacar entre cinco mil y seis mil pesos de ganancias, siempre y cuando de expenda al menudeo.
"La utilidad es casi nula si uno vende los cigarrillos por paquete. En esta caseta se vendía en promedio entre seis y siete cajetillas al menudeo, mientras que por la caja completa ahora es muy bajo el consumo. En cuanto a la vigilancia sobre la venta por unidades, creo que va a ser muy difícil que las autoridades controlen eso", refirió.
Samuel Salazar, un consumidor, dijo que no está de acuerdo con la ley. “Está bien que quieran proteger la salud de la gente, pero cada quien sabe a qué se arriesga al consumir cigarrillo. Y si nos ponen a comprar por paquetes, pues vamos a fumar más”, advirtió el hombre.
En un recorrido hecho por EL NUEVO DÍA, visitando casetas y tiendas de la ciudad, se comprobó que la mayoría de las personas ya están informadas y aplicando la norma de no vender cigarrillos al menudeo.
Credito
ANA LUCÍA RIVERA Q.
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