Al ver esta situación empezó a buscar a su gata Kitty, a quien encontró en las horas de la tarde, de la misma manera. “Me he dado cuenta de cinco casos, le pregunté a mi vecino por su mascota y la respuesta es ‘me lo envenenaron’ y a una amiga le atropellaron dos”.
Al ver los casos que se han presentado, Adriana intentó interponer la denuncia a la Policía Ambiental, sin embargo la respuesta fue que sin pruebas no se puede empezar una investigación.
La dueña de Milo y Kitty, para descartar dudas, consultó un veterinario, quien le confirmó que el estado en el que se presentaron los felinos mostraba señales de envenenamiento.
Por ahora, lo único que puede hacer esta ciudadana es revisar los vídeos del Conjunto para ver si allí se encuentra la respuesta de quién o qué está haciendo daño a estas mascotas.
Igualmente, afirma que es normal ver a habitantes dentro del conjunto con escopetas de balineras apuntando a las mascotas del lugar.
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