Las fugas, el colapso y el deterioro son las quejas constantes de los ibaguereños por daños en acueducto y alcantarillado y, como si fuera poco, además dichas afectaciones producen prejuicios en enseres, el patrimonio y hasta en la salud de los ciudadanos.
En lo que va corrido del año se han reportado cerca de cuatro mil daños; tan solo por fugas domiciliarias se reciben entre 20 y 40 quejas diarias, sin contar los daños en alcantarillado, los cuales también son constantes.
Según el Ibal, aproximadamente 600 mil millones de pesos costaría hacer los cambios para renovar las redes de acueducto y alcantarillado, dineros que la empresa pública dice no tener para hacer la inversión, aunque asegura que se están priorizando los daños para proceder a intervenir.
En la lista de espera se encuentra entre 400 a 500 fugas por atender, según manifestó Juan Carlos Núñez, director de alcantarillado del Ibal, quien reconoce que hay desgaste y daños en la red, pero según la prioridad que la empresa determine así mismo se adelantaran las intervenciones.
Denuncia
El pasado martes un motociclista se accidentó en la avenida Ambalá, frente al barrio Chicalá, lugar donde la capa asfáltica registra deterioro por una fuga de agua, el ciudadano sufrió una fractura de húmero producto del golpe, situación que lo ha motivado a instaurar una demanda contra el municipio por los daños ocasionados.
El accidente habría ocurrido aproximadamente a las 9 p.m. cuando el ibaguereño transitaba por la zona, y dice que debido a la poca iluminación del alumbrado y las condiciones del terreno, sumándole la falta de señalización, provocaron que perdiera el control de la motocicleta.
El empresario está dispuesto a emprender las acciones legales correspondientes porque asegura sentirse afectado no solo física, sino también económicamente, debido a los golpes que sufrió su vehículo, la incapacidad otorgada, más los gastos médicos.
Por su parte, Núñez asegura que el Ibal implementó señalización en la zona, pero “se la robaron los vándalos”, a pesar de eso afirmó que a más tardar mañana se intervendrá el lugar para prevenir el desperdicio de agua y disminuir los accidentes ya reportados en una vía tan transcurrida como esta.
Acometidas
Según la empresa de acueducto y alcantarillado, las acometidas son obligación de los suscriptores, es decir que la tubería entre el tubo matriz y las viviendas son responsabilidad de cada ciudadano que posee el servicio y no del Ibal, ya que manifiesta que solo se hace cargo de la redes de conducción y distribución.
Actualmente la empresa pública cuenta con 120 mil usuarios, y aunque en la instalación del acueducto a las domiciliarias el Ibal contribuye a la financiación, para el caso de alcantarillado, al tener un costo más elevado, es el usuario quien se hace cargo.
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