Por negligencia se perdieron 250 hectáreas de maíz transgénico

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Los quejosos indicaron que quienes les ofrecieron la semilla, refirieron los beneficios de la misma obviando el plan de manejo, bioseguridad y seguimiento, así como otras consideraciones establecidas en la resolución 002894, por lo cual las pérdidas son millonarias.

En una ‘pesadilla’ se convirtió el sueño de sembrar maíz transgénico en 250 hectáreas de la vereda El socorro del municipio de Falan, por la negligencia de la firma Monsanto – productora de la semilla- y los distribuidores del producto, debido a que más de 60 agricultores no fueron capacitados para el manejo adecuado del cultivo, situación que ahora les deja millonarias pérdidas.

De acuerdo con los afectados, a comienzos de este año a los agricultores se les insistió en sembrar y era la primera vez que se cultivaría maíz con tecnología en el norte tolimense.

“Se llevaba mucho tiempo esperando la aprobación por parte del ICA, para sembrar éste tipo de semilla, pues los agricultores vemos la necesidad de ser más tecnificados, competitivos y rentables”, dijo Raúl Gerardo González Cocca, uno de los afectados.

Al momento de la comercialización, según los agricultores, se les explicó sobre las bondades del híbrido, de la necesidad de hacer refugio, pero ‘jamás’ de las enfermedades.

“Tampoco hubo capacitación por parte del distribuidor de la semilla, representantes de ventas y/o mercadeo de Monsanto, no se hizo seguimiento a la tecnología, ni se advirtió de los problemas fitosanitarios.

“El agricultor cumplió con hacer los refugios y la licencia, y a partir de ahí empezaba la responsabilidad del distribuidor o de Monsanto de hacer seguimientos al menos mensuales a todos los agricultores que compraron la semilla”, aseguró González Cocca.

Dicha situación evidencia que se hizo caso omiso de la resolución del ICA - 002894 del 6 de septiembre de 2010 en la que se establecen entre otros: el Plan de Manejo, Bioseguridad y Seguimiento, el manejo antes, durante y después de la siembra, las obligaciones de los agricultores, las sanciones y el control oficial.
    
Empieza el calvario
La primera siembra se efectuó en julio y se esperaba que en enero de 2012 saliera la cosecha inicial, pero la enfermedad conocida como mancha de asfalto empezó a hacer estragos pese al manejo agronómico convencional que hicieron los campesinos.

“El cultivo estaba completamente verde, con buen control de malezas y nutrición pero la enfermedad empezó por focos amarillos con unas manchas, el viento y las cuestiones climáticas empezaron a dispersarla por todos los lotes”, dijo Luis Alberto González Tovar.

“El ingeniero Julio César Arias, representante del distribuidor, visitó los lotes en compañía de Gustavo Santofimio de Centrogral -distribuidor para Monsanto de Roundup y la semilla transgénica y convencional en la región- y el ingeniero Agrónomo de Monsanto Enrique Carrillo estuvo en la zona, tomando fotografías.

“Nos decían que era normal, que no pasaba nada, sin embargo en menos de ocho días los cultivos se secaron y ya no hay nada que hacer, no hay ningún producto curativo con el que se pueda hacer algo en este momento, tampoco es posible aplacar la enfermedad, ya el daño está hecho”, refirió González  Cocca.

“Hace más o menos un mes fueron los representantes por parte de Monsanto y Centrogral, el distribuidor y revisaron los lotes nuevamente, ellos cayeron en cuenta de que sí faltó acompañamiento pero no dieron ningún tipo de respuesta; dieron la opción de aplicar algún fungicida que cuesta entre 300 y 400 mil pesos por litro, de todas maneras no había ninguna ventaja porque ya no se puede hacer nada, el cultivo está seco”, anotó el agricultor Octavio Moreno.

Los campesinos además sostuvieron que el distribuidor manifestó que nunca había visto esas enfermedades en el cultivo de maíz.

“Nosotros nos dimos a la tarea de averiguar con agricultores de experiencia sobre este híbrido y nos dicen que es el material más susceptible a enfermedades, en este caso mancha de asfalto como se conoce comúnmente”, afirmó otro de los quejosos.

¿Desamparados?
Los afectados señalaron que en varias oportunidades trataron de comunicarse con los funcionarios del ICA, “pero parece que todos están de vacaciones, entonces esta situación la llevaremos hasta la Dirección Técnica de semillas”, anunció Raúl Gerardo González Cocca.

No obstante, hacia el mediodía de ayer los quejosos se dirigieron al ICA regional Tolima donde pusieron en consideración los problemas que han tenido con sus cultivos, y la preocupación que tienen porque en pocos días tendrán que pagar sus deudas relacionadas con abonos, herbicidas y demás productos que emplearon en el tratamiento convencional que le dieron al cultivo, del cual no verán cosecha.

Como consecuencia de esa reunión el ICA visitará hoy los cultivos para  verificar el estado de los mismos.
EL NUEVO DÍA trató de contactar a funcionarios de Monsanto para establecer la responsabilidad de la firma en las pérdidas de los campesinos y solo pudo comunicarse con Alfredo Hernández, quien es señalado por los perjudicados como representante de ventas de Monsanto.

“Yo no manejo esa parte, los que manejan el tema de semilla son otros, yo soy de agroquímicos.
“Tienen que remitirse al distribuidor Centrogral, pero no tengo los teléfonos. Tampoco sé quien sea el encargado”, dijo Hernández.

Sin embargo los campesinos insistieron en que las respuestas han sido evasivas: “Se lavan las manos todos. Siempre dicen lo mismo, que yo no manejo eso, lo maneja otra persona en fin.

Los que tienen que darnos soluciones son Monsanto y Centrogral por ser los distribuidores, ¿cómo van a engañar a las personas y decirles que la semilla transgénica no necesita nada?”, cuestionó González Cocca

“Puede ser que 250 hectáreas en la región no sea representativo para Monsanto y para el distribuidor quizá económicamente no es viable, de pronto les parece que es muy lejos, que somos agricultores pequeños y como siempre solo le prestan atención especial a los grandes productores del Tolima.  

“Esto ha sido un secreto a voces, no tenemos derecho sino a que nos visiten para que compremos y solo los volvemos a ver en el siguiente ciclo de siembra”, puntualizó el agricultor.

Dato:
Se estima que una hectárea se siembra con bolsa y media de semilla de maíz transgénico, cada una cuesta alrededor de 450 mil pesos.

Credito
DORIS ROJAS

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