Temas aburridos, personas pedantes, conversaciones demasiado privadas y ajenas a su interés, charlas pseudointelectuales, debates que poco le interesan, chismes van y chismes vienen, hablar solo de dinero y banalidades. Lo anterior pueden ser elementos de una reunión incómoda que pueden dejarlo bien aburrido y sin saber cómo escapar.
Muchas personas se ven inmiscuidas en espacios sociales que poco les interesan y se preguntan cómo escapar.
Imagínese que recibe una invitación de su mejor amiga, a la que no ve hace mucho tiempo y cuando llega para contar todo lo que le ha sucedido en estos últimos meses, se encuentra con más personas, con el novio de ella que no pasa; a partir de ese momento el encanto del encuentro se desvanece: Sólo le queda sentarse, escuchar a los demás y sonreír para que no noten la cara de aburrimiento que lo embarga.
Por eso es importante que aprenda a manejar esos momentos y se retire con altura, si ya no resiste un instante más en ese lugar.
Cuidado con las preguntas indiscretas
Si usted está en una reunión con personas a las que les tiene demasiada confianza no hay lío. Por supuesto el tema personal será el pan de la mesa, pues precisamente para eso se reúne un grupo de amigas o amigos de años. Se preguntan sobre sus vidas, sus parejas, el trabajo, las finanzas, la familia.
Pero que ese tipo de preguntas lleguen cuando usted está reunido con personas que apenas acaba de conocer, no resulta tan agradable. Más, si le lanzan la pregunta de un solo golpe.
En ese tipo de casos, ¿cómo manejar la situación?
Seguro habrá quien se enoje tanto que diga sin ningún titubeo, “qué pena pero es mi vida privada y a nadie le importa”.
De hacerlo, la reunión se tornará densa y acabará la armonía de ahí en adelante, a menos que quien fue entrometido ofrezca una disculpa en privado y la conversación siga su cauce hacia temas generales.
Por otro lado, puede que la persona que tiene poca confianza con el grupo se sienta incómoda, pues poco o nada le interese qué hace el hijo de esa persona, cómo le fue en el colegio, qué hay del trabajo en común de los demás. A partir de ese momento aparecerán los globos mentales y bostezos.
Frente al panorama anterior, la psicóloga María Hernández Cabarique indicó que “si el invitado no hace parte de la confianza de esos amigos, lo mejor es retirarse por un momento, dejar el espacio para que aborden ese tema y darse una vuelta. En el caso de que vuelva y la conversación siga, lo mejor es tomar el celular y pedirle a un amigo que lo recoja y despedirse amablemente”.
En el caso de que sea a usted a quien le lancen preguntas muy privadas o como se dice comúnmente, “se le metan al rancho”, lo mejor es ser muy cortante con la respuesta.
“Se debe decir que en la vida privada está muy bien y cambiar de preguntas, no entrar en detalles para que no se siga en el mismo tema y al contrario hacer un comentario que desvíe la conversación de manera sutil. Lo importante es dar a entender con esas respuestas cortantes que no nos gusta hablar de ese tipo de cosas en reuniones tan abiertas”, expresó la psicóloga María Hernández Cabarique.
La recomendación es no acudir a la grosería, dar respuestas positivas y darle un cierre a la misma pregunta privada.
Preguntas y respuestas
María Hernández Cabarique
Psicóloga
¿Cómo manejar ese tipo de reuniones incómodas?
Es importante el tipo de empatía que logramos en las reuniones. Por ejemplo, en el caso de asistir a una reunión en la que se abordan temas que no conocemos, lo mejor es escuchar y evaluar qué tanto podemos participar, sin ser entrometidos, pero tampoco pasando desapercibidos. Los dos extremos no son favorables.
Lo mejor es empezar a escuchar, conocer del tema y estar abierto, relajado al tipo de conversación que se aborde.
Ya en el caso de que la reunión se torne densa, si está aburrido y no puede disimular la pesadez, lo mejor es levantarse, dar unas cuantas vueltas y si es el caso de que ya no encaja, lo mejor es retirarse.
¿Qué no debe hacerse tras ese estado de aburrimiento?
Es clave no opinar si no se sabe del tema o de lo que se está hablando. Tampoco se pueden quedar haciendo mala cara toda la noche pues la gente lo va a notar y se sentirá el rechazo, hasta el punto de que en posibles futuras reuniones no lo vuelvan a invitar. Debemos tener claro que en una reunión se pueden hacer amigos a futuro y por eso es importante la actitud.
Si no se tiene disposición, lo mejor es no ir.
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