Mirar para otro lado…
Es lo que hace el país frente a las amenazas que acechan. Miramos para otro lado y no vemos a Maduro envalentonado con su “poderosa cooperación militar” con Rusia, que no es sino la neocolonización de una potencia imperialista, iniciada hace veinte años desde Cuba, para convertir a Chávez y Maduro en fervientes comunistas, destruir el país y hoy entregárselo a Putin, porque Venezuela ya le vendió a Rusia su alma… y su petróleo.