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REDACCIÓN
@nataliagualanday
Floriberto es un personaje reconocido en Ibagué por las encantadoras fotografías que ha revelado para la comunidad tolimense en sus redes sociales. Nació en San Juan de la China el 7 de diciembre de 1955. Llegó a la ciudad a la edad de 12 años, en 1967, y su afición por el cine, por la literatura y por la historia crecieron junto con él.
Apasionado por la fotografía comenzó a estudiarla con Jesús Antonio Jordán en 1979 y su interés se centró en estudiar sobre los fotógrafos que habían estado en la ciudad. Es director del documental ‘Chicha Kopah’ del año 2010, un cortometraje cuya investigación se basa en la bebida ancestral de los indígenas de Coyaima.
Proyecto que le permitió seguir investigando la historia de Ibagué, y es cuando encuentra unas inconsistencias y propone un sitio para su fundación, diferente al que nos venían enseñando que era en Cajamarca. En su propuesta argumenta que la fundación de Ibagué se hizo al lado del cerro La Picota, en la vereda Caldas Viejo, del municipio de Alvarado.
En su libro ‘La ciudad de Ibagué: La otra versión de su fundación’, publicado en 2012, es la tesis completa de la versión que construyó sobre esta nueva versión.
“468 años después, no estamos seguros, en dónde se fundó la ciudad de Ibagué, a pesar que los documentos indican que se hizo en la provincia de "xaquima", en el Valle de las Lanzas o "quanbayma", por la ruta del camino a Cartago, cerca a las minas de Venadillo y que en su sitio inicial prosperó el Hato Bermejo. Mi propuesta desde 2008 es que la fundación de la ciudad de Ibagué se realizó junto al cerro La Picota, entre los ríos Lachina y Alvarado”, comparte Floriberto.
“Ibagué es la segunda ciudad que fundaron los españoles en territorio Panche. La primera fue Tocaima en 1544, Ibagué, en 1550 y Mariquita en 1552. Posteriormente, en 1958, Remedios, un poco más al norte de Mariquita. La ciudad de Ibagué era como el límite con la gobernación de Popayán, era la ciudad más extrema que estaba por el camino que llevaba de Santa Fe de Bogotá a la ciudad de Cartago, de la Gobernación de Popayán. Entonces era la ciudad más alejada del nuevo reino de Granada”, menciona el investigador.
Y continúa su relato: “A medida que transcurrió el tiempo, acá se asentaron personas importantes. Luego de 1851, José Hilario López la nombra como capital de la provincia de Mariquita. Ya viene como otros procesos, ya como capital. En 1888 como la capital del departamento del Tolima.Pero el crecimiento mayor se da a partir de mitad del siglo 20, donde se crece su población debido al desplazamiento de la guerra bipartidista”.
Regalo para Ibagué en su cumpleaños 473
Para este año el investigador escribió un artículo llamado ‘La Provincia de Yakima’, que es lo que hoy es la cuenca del río Totare, porque según cuenta fue en este sitio donde se fundó Ibagué, y quiso darle de regalo de cumpleaños este texto junto con un mapa diseñado por él mismo. Adicionalmente viene trabajando en el rescate de la toponimia de los prehispánicos, para poder explicar porqué usamos ciertas palabras como Ambalá o como Coyaima, Ambalema, incluso Ibagué, que viene del vocablo Ibake.
Le pregunté al fotógrafo, que para mí es un maestro, acerca de la evolución de Ibagué y con su voz amable continuó su relato haciéndome imaginar la naturaleza abundante de nuestra linda capital. “Se fundó en las faldas de la Cordillera Central y uno de los atractivos que tiene es el Nevado del Tolima, cuando llegaron los españoles, la nieve lo cubría hasta casi a la altura de 4.000 metros. Pero a medida que ha transcurrido el tiempo en estos 500 años ha perdido bastante su capa de nieve y es uno de los grandes atractivos; los otros eran los ríos, el río Combeima, el río La China y el río Coello”.
Luego se refirió a las construcciones que han transformado a la ciudad: “Ibagué por su ubicación usó los mismos materiales para su arquitectura que usaron los indígenas, es decir caña brava, barro pisado y hojas de palma de la Attalea butyracea entonces no ha quedado una arquitectura colonial, como quedó en Honda o cómo quedó en Mariquita. La arquitectura de Ibagué se ha estado reconstruyendo a medida que envejecen los edificios. A partir de 1970 se empezó a pensar en la preservación de arquitecturas como el panóptico y otras arquitecturas, como la casa donde vivió Jorge Isaac. Pero eso tiene también complicaciones, porque conservar arquitecturas requiere bastante presupuesto. Está el conservatorio que debería preservarse. La arquitectura que se usa, se preserva más que la arquitectura que no se usa. Los barrios antiguos, como La Pola, pero ha sido urbanizada. Conservar arquitecturas es muy costoso. Belén se había acordado que se iba a conservar, que no se iban a levantar edificios mayores de cinco pisos, pero ya esto no se cumplió y ya se levantaron edificios de más de 12 pies”, expresa con preocupación Floriberto mientras observamos la biblioteca Darío Echandía, y en ese momento solo pienso en la concha acústica, que tanto ha significado para el pueblo y ahora parece que solo quedará en recuerdos.
“Otros sitios, como la iglesia de San Roque o la Iglesia del Carmen, que son de principios de siglo y que permanecen sobre todo ese tipo de arquitectura que tiene una relevancia en la ciudad” finaliza su idea, el fotógrafo.
Floriberto se ha dedicado a dejarle a Ibagué no solo una nueva versión de su fundación, sino además conquistar a la gente con retratos de los paisajes, nuestros bosques, fauna y flora de estas tierras montañosas. Seguir a Floriberto Cardona a través de sus redes es poder alimentar la vista, el alma y los recuerdos de la infancia con la biblioteca que tiene en su perfil de facebook personal. Guarda en sus negativos valiosas postales de Ibagué y cada que puede comparte fotografías únicas que revelan la cultura, las costumbres y arquitectura de aquellos tiempos de antaño.
Luego le pregunté por lo más representativo que tiene nuestro territorio y enfatizó en el potencial que tiene Ibagué como destino turístico, pero lamentó que no haya infraestructura ni capacitación suficiente. El historiador hace un análisis sobre el tema y sostiene que la mayoría de personas que han llegado, vienen de la provincia, del sur especialmente, y por eso no están capacitados para atender a las personas.
“No es como ir a otro lugar donde estas personas se preocupan por el cliente, acá te atienden de cualquier manera, en cualquier almacén, en cualquier sitio, pero eso hace parte de nuestra identidad cultural. Pero Ibagué sí tiene un potencial porque está pegado a la cordillera, porque está por la vía que va al Occidente, por la vía que va al norte, por la vía que va al sur y la vía que va al oriente. O sea, está en un punto estratégico para explotar el turismo” señala Floriberto con conocimiento no sólo como historiador sino como caminante, pues es amante de hacer recorridos por las veredas de Ibagué, explorando con su cámara y un grupo de amigos cada fin de semana, los paisajes y miradores que tiene Ibagué gracias a su ubicación .
Finalmente le pedí que me dijera un deseo de cumpleaños para Ibagué y se quedó en silencio unos segundos mientras se le dibujaba una sonrisa. “Sinceramente el ibaguereño es poco político y muy religioso, entonces no le permite ver con claridad a quién darle el voto. O sea, no puede discernir ese voto que va a dar y se lo da a cualquiera, al que le ofrezca algo. Mi deseo es que el ibaguereño en algún momento pueda tener una buena capacidad de análisis político para que pueda tener un mejor futuro”, es el deseo que espera se cumpla, a propósito de las elecciones que se avecinan en este mes.
Su versión sobre la fundación de Ibagué
“En 2008 cuando leí a Pedro de Aguado me percaté que su narración sobre la fundación de Ibagué no correspondía con la geografía de Cajamarca. Hice otras lecturas y encontré que Bilacayma y La Mesa de Ibagué estaban en el mismo lugar, en la provincia de Yaquima, cerca de las minas de Venadillo que se explotaban en el río Lachina. Bilacayma lo recibió Antonio de Portillo en encomienda en 1544 como vecino de Tocaima. La ciudad de Ibagué se fundó en La Mesa de Ibagué en 1550, al lado de un cerro en el Valle de las Lanzas o Quanbayma. Antonio de Portillo demandó a los fundadores por apropiarse de su encomienda. La Mesa de Ibagué estaba cerca de Tolima. Tolima estaba cerca de Cayma. Cayma estaba por la ruta del camino de Cartago. Cayma existió hasta un incendio del siglo XIX. Actualmente corresponde a la vereda La Palmita del municipio de Alvarado. El único cerro en ésta área es el que llamamos La Picota, en la vereda Caldas Viejo. El cerro lo bordean los ríos Lachina y Alvarado con la Q. Caima y tiene las características descritas por Pedro de Aguado. En 2012 publiqué el texto La ciudad de Ibagué. La otra vesión de su fundación. // El próximo martes 5 de septiembre a las 4PM en la Biblioteca Darío Echandía, la Academia de Historia del Tolima me invitó para que hable sobre el tema, teniendo en cuenta lo que escribió José Ignacio Arciniegas Herrán”.
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