Entre los hallazgos del ente de control se encuentra el pago de mayores cantidades de obra a las realmente ejecutadas, así como obras o actividades que no estaban estipuladas en los contratos.
Según la Contraloría, los estudios y diseños de ingeniería para la adecuación del edificio del Banco Agrario, contratados en la vigencia 2013 y recibidos y pagados en su totalidad por esta entidad, no lograron cumplir con la finalidad del contrato, que buscaba remodelar la edificación con instalaciones eléctricas, hidráulicas, sanitarias y ventilación mecánica que fueran sostenibles ambientalmente y cumplir de esa forma con la requerimientos de LEED, una certificación internacional de edificios sostenibles.
La Contraloría señaló que el propósito del contrato no se ha conseguido con esos diseños, motivo por el cual el Banco Agrario contrató recientemente a la Universidad Nacional para realizar ajustes a los estudios de ingeniería, con un valor superior a los costos del contrato de consultoría inicial.
La Contraloría manifestó que, ante estos hechos, el detrimento patrimonial estaría representado en el pago de mayores cantidades de obra que no estaban incluidos en los contratos. Igualmente, los estudios de diseño e ingeniería no cumplieron la finalidad para la cual fueron contratados, y los mismos iban tener ajustes por los cuales la entidad bancaria pagaría un valor superior al costó la consultoría inicial.
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