Se abrió la que podría ser la primera sala de cine independiente de Ibagué, en la calle 42 con carrera Cuarta estadio.

Anteriormente, en este espacio quedaba ‘Libro y son’ el bar al que muchos llegaban a ‘echar carreta’ en compañía de buena música y algunas cervezas; hoy, trascendió a otro escenario de diálogo, arte y café bar bajo el nombre de Ishkra.

Además, como una demostración de amor al cine, Camilo Toro García, fotógrafo documental junto al economista Juan Camilo Tibaduiza organizaron un espacio en el que la interdisciplinariedad de varios ‘cómplices’, ha sido crucial para que las personas vivan una experiencia cinematográfica sin interés comercial.

Durante años, el cine independiente se ha proyectado en las calles o en los auditorios, de algunas instituciones, especialmente públicas, expuesto a distracciones y dificultades.  

Por ello, entre paredes negras, el rojo de 15 sillas, y demás elementos que ambientan lo que se acerca a una sala de cine profesional (comodidad, calidad de imagen, insonorización, buena iluminación), se proyectan dos funciones diarias con las que este pequeño cinema reivindica el séptimo arte ‘indie’ en el territorio.

Un reto que ha requerido tiempo, pero con el que se invita a experimentar las sensaciones que afloran en un lugar acondicionado y del que algunos ciudadanos se han alejado por el streaming.

“Cuando empecé acercarme al cine hace unos 12 a 13 años atrás, extrañaba este tipo de lugares, mi primer encuentro con un lugar enteramente dedicado al cine fue en la Cinemateca Distrital, en Bogotá, pero aquí en Ibagué no, y nos parece muy importante para los amantes del cine, y para la gente que quiere trabajar más adelante con el cine y todo lo que se puede hacer en torno a él”, afirmó Camilo Toro.

‘Al calor de la sala’

Esta apuesta audiovisual implica un trabajo curatorial fundamental a la hora de elegir las películas, ya que siempre se espera que la mayoría de asistentes conecten con lo que escuchan o ven, sobre todo cuando de cine independiente se trata.

Por ello, Toro adelanta un proceso curatorial donde intenta no frustrar el primer encuentro ‘indie’ seleccionando películas que se puedan ‘digerir’ mejor, entendiéndolo como un actividad de aprendizaje en la que pueden trascender. 

Un lugar de encuentro importante que podría funcionar como una gran escuela “al calor y la penumbra de las películas”, donde se reconocen y encuentran afinidades.

Sobre todo, cuando la ubicación estratégica del cinema se presta para que sea un punto de encuentro donde personas con gustos similares en cuanto al cine, dialoguen después de una proyección y de allí se desprendan nuevos procesos. 

Una de las visiones futuras de los fundadores del cinema, es abrir el espacio para que otras personas importantes en el sector audiovisual a nivel local y nacional que quieran aportar su visión del cine con las películas que han visto y los ha marcado, para fortalecer así el proceso y llegar hacer del espacio una sala satélite del país y el mundo.

Panorama del cine en la ciudad 

“Queremos poner en discusión en la ciudad, el tema de la cinemateca municipal que es muy importante, porque es un espacio para guardar la memoria audiovisual que tenemos, pero también como un centro de pensamiento, formación  exhibición entorno al cine”, sostuvo Camilo Toro quien desde su trayectoria ve necesario que además de la música y el folclor, también se exalte la cultura cinematográfica del territorio que la han visto relegada.

Lémber, siendo la asignación que se le dio al cinema, mantiene vigente desde la oralidad el nombre del mago de Ambalema.

Dato

- En pro de una experiencia cinematográfica donde los presentes se sumerjan en la película, se debe evitar el ingreso de alimentos al igual que el uso de celulares.

- En la fanpage Lémber cinema se publican las carteleras de la semana y se incluye una reseña de cada producción. La entrada a la sala es gratuita. 

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