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Países de todo el mundo utilizan impuestos para controlar, fomentar o restringir la actividad de juego, lo que tiene un impacto complejo en el panorama. Las diferencias en las políticas fiscales hacen que las empresas de juego operen en entornos muy diferentes dependiendo de la ubicación de su sede. En este artículo analizaremos el impacto de la política fiscal en el negocio del juego.
Fiscalidad de los establecimientos de juego: una visión comparada de otros países
En los países donde los juegos de azar y las apuestas son legales, se establecen tarifas únicas para los negocios de juegos de azar, apuestas y ganancias. Por ejemplo, en el Reino Unido el negocio del juego opera a una tasa del 15% de los ingresos, mientras que en Alemania, por el contrario, se aplica un impuesto del 5% a la apuesta de cada jugador. Esta política fiscal afecta a las empresas, que en ocasiones deciden trasladar su marketing online para compensar impuestos. Lo mismo hizo la casa de apuestas MelBet, que gracias a esto puede ofrecer el mejor RTP para los juegos, además de muchas ventajas en forma de bonificaciones.
Al cambiar el sistema tributario, los gobiernos influyen en las perspectivas de la estructura definida por el negocio del juego, y muchos de estos negocios se crean en regiones donde las leyes tributarias son elocuentes. Por ejemplo, Malta se ha convertido en un centro de juego debido a sus incentivos fiscales y su falta de regulación. Por tanto, la elección de la ubicación de las grandes empresas depende de cambios en la política fiscal. Incluso si son mínimas, tendrán consecuencias de gran alcance para toda la industria del juego.
Tasas impositivas sobre el juego en todo el mundo
Cada país idea e introduce sus propios regímenes fiscales para este negocio. Los modos más típicos y populares son los siguientes:
- Impuesto sobre la renta: un porcentaje determinado de los ingresos totales generados por el negocio del juego.
- Impuesto sobre las ganancias de los jugadores: grava las ganancias individuales, ya sea en la fuente o de forma individual, por parte de la autoridad fiscal.
- Impuesto sobre el volumen de apuestas: se aplica sobre el importe total de las apuestas, no sobre las ganancias ni los ingresos netos.
- Impuestos indirectos: IVA o impuestos sobre los servicios de los operadores de juegos de azar.
Estos impuestos son una manifestación del enfoque del gobierno en materia de regulación, ya que algunos de ellos apuntan a las ganancias de la industria, mientras que otros apuntan a las ganancias de los actores.
MelBet Pickem: nuevos formatos de juego para predicciones
Aunque la política fiscal cambia constantemente y las casas de apuestas se ven obligadas a adaptarse gastando dinero extra, todavía no dejan de intentar ofrecer algo nuevo a los usuarios. Y aquí es donde destaca MelBet, que pone especial énfasis en atraer usuarios a sus mercados operativos. Esta plataforma introdujo el formato Melbet Pickem, en el que los usuarios deben hacer predicciones y recibir recompensas por predecir correctamente los resultados de los principales torneos.
La esencia de este formato es que es necesario adivinar el resultado de los eventos en el campo de los deportes electrónicos. Simplemente, elige los equipos que crees que llegarán a la final y obtendrás puntos por hacer esas predicciones afortunadas. Los torneos Major IEM Rio y Perfect World Shanghai llegan a una gran audiencia de fanáticos de CS, Dota 2 y FIFA. Por los puntos acumulados tendrás la oportunidad de elegir premios en efectivo a tu gusto, y las posibilidades de ganar aumentan con cada nueva apuesta.
Impactos sociales y experiencias de los jugadores
Las políticas fiscales también impactan directamente a los jugadores, particularmente en aquellos países que gravan las ganancias obtenidas o cobran IVA en todas las transacciones. Esto podría disminuir los montos generales que reciben los jugadores, lo que a su vez impacta su experiencia y puede llevarlos a optar por apuestas en el extranjero o ilegales. Por ejemplo, después de que Alemania impuso un impuesto del 5% sobre las ganancias de los jugadores, un número sustancial de jugadores se trasladó a otros países o plataformas en el extranjero donde no incurrían en tales tarifas. Estos hallazgos muestran el delicado equilibrio entre el objetivo de hacer dinero y la provisión de un entorno de apuestas competitivo y seguro.
Mientras las autoridades cuentan con ingresos de impuestos sobre las apuestas, imponer un alto impuesto sobre las ganancias brutas o netas presenta una posible desventaja social. Las probabilidades punitivas pueden desincentivar a los consumidores a apostar, lo que puede reducir los retornos en la industria y potencialmente empujarlos a opciones clandestinas. Por esa razón, muchos gobiernos establecen las tasas impositivas a un nivel que probablemente genere ingresos, no aleje a los clientes ni promueva mercados no regulados.
El papel de las plataformas de apuestas en el extranjero
Las plataformas de apuestas extranjeras se han consolidado porque muchas se encuentran bajo menores imposiciones fiscales. Las jurisdicciones que imponen altos porcentajes sobre las apuestas también pueden perder ingresos ante estas plataformas, ya que los mejores pagos y las mayores ganancias siempre son un atractivo. Este fenómeno trae consigo desafíos para los gobiernos, que de la competencia por los ingresos fiscales a la regulación de las apuestas en el exterior les es difícil.
Muchos países se han tenido que ver en el dilema de crear licencias para tratar de minimizar el impacto de las plataformas extranjeras que ofrecen productos a sus ciudadanos. Pero hacer cumplir estas políticas es complicado porque las plataformas en el extranjero suelen actuar más allá de las jurisdicciones de los reguladores locales. Esta tendencia da lugar a un encadenado que involucra de una manera u otra impuestos y al comportamiento de los jugadores, donde una alta carga de impuestos puede a su vez empujar a los jugadores a los mercados no regulados.
Desafíos y posibles reformas
Si bien los impuestos sobre las apuestas apoyan los programas públicos, también presentan desafíos tanto para la industria como para los jugadores. Un alto impuesto sobre las ganancias netas puede empujar a las personas a entornos de apuestas no regulados, mientras que impuestos altos basados en los ingresos pueden debilitar la competitividad de los operadores domésticos. Los creadores de políticas de todo el mundo están ajustando continuamente estas tasas buscando lograr la combinación correcta. Algunas de las posibles reformas se presentan a continuación:
- Reducir impuestos sobre las ganancias netas: reducir impuestos sobre las ganancias netas para mantener a los jugadores en la industria de entretenimiento regulada.
- Regulación más estricta de las jurisdicciones offshore: implementar medidas para prevenir que las apuestas en el extranjero socaven los ingresos fiscales.
- Financiación de programas de juego responsable: destinar una parte de los ingresos fiscales hacia tratamientos para la adicción y campañas de concientización.
El propósito de estas reformas es hacer que las operaciones de juego sean más sostenibles para permitir que tanto los jugadores como la industria se beneficien de un marco regulatorio adecuado.
El papel de la política fiscal en los casinos y las apuestas
En general, la política fiscal busca constantemente el equilibrio entre garantizar la rentabilidad, proteger a los actores y mantener la competitividad general de este mercado. Si piensa en todos los detalles, puede crear un entorno sostenible y al mismo tiempo apoyar el crecimiento económico en esta área. Sin embargo, esto es bastante difícil de hacer, porque esta área es bastante dinámica y si estás distraído, es posible que no te des cuenta de cómo los jugadores acuden a plataformas de juego en el extranjero que les ofrecerán mayores ganancias.
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