Durante un homenaje rendido al asesinado presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, su hijo, el ministro de Justicia Yesid Reyes Alvarado, llamó a los colombianos a oponerse férreamente a cualquier manifestación de la violencia y a respaldar el esfuerzo serio y decidido para alcanzar la paz.
“Ayer (jueves) conmemoramos el día de la solidaridad con las víctimas del conflicto armado entre las cuales mi padre ocupa un lugar. El generoso homenaje que hoy (ayer) se le rinde al seleccionarlo entre los hijos ilustres de esta tierra de pijaos debe servirnos para recordar los hechos violentos que marcaron su vida, para hacernos conscientes de la irracionalidad e inutilidad del conflicto armado y para comprometernos a trabajar en procura de que hechos como estos jamás vuelvan a ocurrir”, dijo el Ministro.
En su intervención, el Ministro recordó que la vida de su padre estuvo siempre signada por la violencia: abandonó su Chaparral natal tras encontrarse en la calle el cadáver de uno de sus amigos de juventud; y el día de su graduación sufrió la ausencia de su mejor amigo, el hijo del entonces guerrillero desmovilizado Juan de la Cruz Varela, a quien balearon intentando proteger a su padre en un atentado durante una conferencia en un centro universitario.
“Entendía la impartición de justicia como una forma de hacer respetar los derechos de todos los ciudadanos y una valiosa herramienta para ayudar a moldear una sociedad más equitativa y distante de la violencia; una sociedad en la que se pueda convivir con la diversidad”, dijo el Ministro.
El 6 de noviembre de 1985, a las 11:45 de la mañana fue la última vez que Alfonso Reyes tuvo contacto con una violencia que ya lo había rondado desde su juventud. El movimiento guerrillero M-19 asaltó el Palacio de Justicia y tomó como rehenes a decenas de magistrados, funcionarios judiciales y ciudadanos inermes. En medio del operativo de retoma del Palacio murieron cerca de 100 personas entre ellas el presidente de la Corte Suprema y varios de sus compañeros.
“La última vez que se escuchó su voz, mi padre pedía un cese el fuego. Fue su postrero e inútil llamado a la cordura, su constancia final sobre la irracionalidad de la violencia, su testamento en favor de la solución pacífica de los conflictos”, concluyó.
Al homenaje, que tuvo lugar en el Conservatorio de Ibagué, y como iniciativa de la emisora Ecos del Combeima, asistieron el gobernador del Tolima, Luis Carlos Delgado; el exministro de justicia, Alfonso Gómez Méndez; representantes de la rama judicial del departamento y familiares del ministro de Justicia, Yesid Reyes Alvarado.
Comentarios