El tribunal de Aviñón, en el sur de Francia, ha condenado este jueves a Dominique Pelicot a la pena máxima de 20 años de prisión por el abuso y explotación sistemática de su exesposa, Gisele Pelicot, durante una década. El juicio, que duró más de tres meses, fue un hito legal y social en Francia. Gisele Pelicot, ahora de 72 años, se presentó públicamente en el tribunal sin tapujos, enfrentando a sus agresores y convirtiéndose en una heroína para muchas mujeres que luchan contra la violencia de género. A lo largo del proceso, Gisele fue aclamada por activistas feministas y simpatizantes que la consideran un referente por su valentía al no renunciar a su derecho a un juicio público.

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El tribunal también dictó sentencia para 50 coacusados, hombres de entre 27 y 74 años, quienes fueron condenados a penas de entre 3 y 20 años de prisión. Entre ellos se encontraba un hombre que no abusó directamente de Gisele Pelicot, pero que, con la ayuda de Dominique, violó a su propia esposa. La Fiscalía había solicitado penas de entre 10 y 18 años de prisión para los coacusados, y uno de ellos fue juzgado en ausencia, encontrándose prófugo.

El juicio transcurrió en medio de una fuerte presencia policial, y la tensión en la sala fue palpable. Mientras se leía la sentencia, muchos acusados llegaban a la corte con maletas, preparados para ser ingresados en prisión de inmediato. Durante el veredicto, el presidente del tribunal, Roger Arata, declaró que Dominique Pelicot no será elegible para la libertad condicional hasta haber cumplido dos tercios de su condena.

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El caso ha tenido una gran repercusión mediática, y tanto los periódicos como las redes sociales han destacado el coraje de Gisele Pelicot. Ghislaine Sainte Catherine, miembro del colectivo feminista Amazonas de Aviñón, expresó: "La violación afecta a las mujeres en todo el mundo, por eso el mundo entero está pendiente de lo que va a pasar". La cobertura mediática y el apoyo popular subrayan la trascendencia de este caso, no solo por la magnitud de los crímenes cometidos, sino también por su impacto en la lucha por los derechos de las mujeres en Francia y en el resto del mundo.

Este veredicto, que pone fin a un largo proceso judicial, marca un precedente importante en la lucha contra la violencia de género, y fortalece la causa feminista, reflejada en la figura de Gisele Pelicot, quien, tras años de sufrimiento, ha logrado que su historia inspire a miles,