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Esta iniciativa que unió a los feligreses y espera que sea el punto de encuentro de muchas familias, se apartó un poco del tradicional pesebre a base de ‘figuritas’, para aprovechar la riqueza natural que hay alrededor de la capilla y retroceder en el tiempo, antes del nacimiento de Jesús.
En un fascinante recorrido que armonizan miles de metros de luces navideñas; propios y visitantes pueden adentrarse al portal de Belén para disfrutar de la presencia de conejos, entres otros animales que ambientan el trayecto.
Sin dejar de lado los pastores y mercaderes que ofrecen alimentos típicos al igual que artículos entre los que destacan los religiosos. Además, de la representación bíblica conforme al día de la novena.
A sabiendas de que la cultura popular campesina no para ahí, se dispuso de un área con figuras en movimiento traídas desde Nobsa, Boyacá para representar las labores y actividades autóctonas de las comunidades campesinas como, tejer, ordeñar, pescar, la carpintería y muchas más con las que se puedan identificar.
El sacerdote Alfonso Bonilla, artífice de algo que era un sueño proyectar en Colombia, considera que la representación del pesebre hace que permanezcan los actos religiosos, la espiritualidad y la evangelización en medio del jolgorio decembrino.
Así pues, feligreses de la zona, allegados a la parroquia conectados con la idea, han acogido el pesebre, por lo que desde hace más de tres meses venían trabajando en la elaboración de imágenes, toldos y demás material requerido para que cada noche las personas vivan el adviento y la navidad de otra forma.
En la calle 24b # 75-84 del barrio Galarza, ibaguereños y turistas pueden contemplar el pesebre que engalana la navidad.
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