El reciente asesinato de la pequeña Sofía Delgado en Candelaria, Valle, ha dejado a los colombianos conmocionados, indignados y llenos de enojo. Las circunstancias de su desaparición, el presunto responsable, los detalles que surgieron tras el hallazgo de su cuerpo desmembrado en bolsas de basura, y otros aspectos, han generado una ola de dolor y rechazo entre quienes se solidarizaron con la madre de la niña y apoyaron su búsqueda tanto en medios como en redes sociales.

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El señalado culpable, identificado como Brayan Campo, quien confesó ser el asesino de Sofía, ya contaba con antecedentes por abuso sexual a una menor en 2018. Lo inquietante para muchos es que esa víctima también se llama Sofía, al igual que su hija y su nueva víctima. Este macabro detalle ha sido interpretado por algunos como una obsesión perturbadora hacia niñas con ese nombre. "No creo que sea mera coincidencia, el hombre está mal de la cabeza. Tal vez le gustaba que se llamaran igual que su hija. Es retorcido", se lee en algunos comentarios en redes. 

Además, surgió el testimonio de otra menor que asegura haber estado a punto de ser encerrada en la tienda de mascotas donde trabajaba Campo, el mismo día de la desaparición de Sofía Delgado. Según la versión de la niña, él la invitó a entrar al local con la excusa de regalarle unos collares. "Cuando entró, él intentó cerrar la persiana, pero ella alcanzó a salir. Cuando vimos que Sofía no aparecía, llamamos a la Sijín", relató la prima de la nueva testigo a medios nacionales.

Es decir, presuntamente luego de su rapto fallido con esta menor, procedió a interceptar a Sofía Delgado para terminar con lo que había empezado. 

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Este hecho generó aún más indignación, ya que, al parecer, las autoridades tenían sospechas sobre Campo desde un principio, pero no actuaron con la rapidez que familiares y vecinos esperaban. "Apenas el viernes 11 de octubre la llamaron a la Fiscalía. Ahí fue cuando hicieron el allanamiento y descubrieron lo que había pasado, pero tardaron demasiado, 18 días", agregó la pariente.

La comunidad también criticó el manejo de la investigación, ya que según los últimos informes, el crimen ocurrió el mismo día de la desaparición de Sofía, el 29 de septiembre, dentro de la veterinaria ubicada a pocos metros de las casas de su abuela y su madre.