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La antesala de la final entre Santa Fe y América no podía ser más interesante. Los vallecaucanos llegaban a la vuelta con una diferencia de tres goles, obtenida en el encuentro de ida en el Pascual Guerrero.
Las necesidades eran diferentes, pero el objetivo era el mismo, levantar la copa después de un año complicado.
Por eso los locales salieron con la firme convicción de remontar ese resultado adverso, mediante presión alta y juego rápido. Pero se encontraron con un rival corto, solidario y bien posicionado que llegó a la capital a defender su resultado a toda costa.
En los primeros 15 minutos ninguno de los dos se hacía daño, no se tomaban buenas decisiones y el partido se jugaba más en la mitad de la cancha.
Pero como le suele suceder a todos los equipos, que van a jugar a la capital, la altura y el cansancio empezaron a hacer mella en los ‘Escarlatas’ y por medio de un tiro de esquina al minuto 40, los ‘Cardenales’ abrieron el marcador y de paso la esperanza de la remontada.
El encargado de revivir la ilusión fue Jeisson Palacios, quien por medio de una ‘tijera’ en el área supo aprovechar un tiro de esquina desde la derecha.
El partido comenzaba a tener otro tinte, Santa Fe se fue encima y América lucía desconcertado, pero llegó el segundo de Santa Fe y con él la polémica.
Al minuto 45 más tres, Castellanos sacó largo con dirección hacia Patricio Cucchi, pero en el medio campo se desplomó Pablo Ortiz al parecer por un golpe previo con su propio arquero. Esta situación dejó sin marca a Fabián Sambueza, quien recibió el pase, enganchó al marcador y cruzó el balón para acercar más la remontada.
Los minutos posteriores fueron de reclamos, peleas y discusiones, sin embargo, el gol fue convalidado y Santa Fe solo tenía que hacer uno más para empatar la película. Así terminó el primer tiempo.
Sin emociones
Contrario a lo que se esperaba Santa Fe salió dormido, sin el mismo ímpetu de los últimos minutos y Adrián Ramos por poco convierte el descuento para el América de Cali.
América salió con otra actitud, y lo demostró, poniendo en aprietos en más de una ocasión al arquero Castellanos y los ‘Cardenales’, a pesar de tener la necesidad y de haber marcado dos goles en el primer tiempo, se olvidaron del balón y se dedicaron a tirar centros.
Así llegaron los últimos 10 minutos, en los que Santa Fe se fue encima con más corazón que fútbol, pero los visitantes aguantaron con todo lo que tenían y pusieron a celebrar a todos sus hinchas en todo el país.
América es justo campeón por lo hecho en la gran final. Y a Santa Fe, dirigido por el técnico ibaguereño Harold Rivera, se le quemó el pan en la puerta del horno, pues cuando más cerca tenía la opción de remontar se olvidó de atacar y en este sentido también tuvo mucho mérito el equipo dirigido por Juan Cruz Real.
Las 5 claves del título ‘Escarlata’
1. La combinación entre experiencia y juventud fue uno de los grandes factores que hizo posible al América campeón. Cruz mantuvo en la columna vertebral a experimentados que hicieron equipo con estrellas nacientes.
2. América encontró su mejor rendimiento en las fases finales de la Liga, donde demostró ser un equipo altamente competitivo. No fue favorito en ninguna llave, supo sufrir, cuando tocó, y mostrar un fútbol intenso, cuando pudo.
3. No se puede dejar de ponderar el gran rendimiento que mostró el América por fuera de casa. En el año solo cayó en tres ocasiones como visitante —una bajo el mando de Cruz Real—. Ganó otras 4 veces y empató en 5 ocasiones.
4. El gran sello del América de Cruz fue lo intenso de su juego y la convicción de que mediante la presión en campo contrario se podían propiciar más y mejores opciones para anotar. Fiel a su idea en cualquier cancha, se hizo campeón.
5. El gran nivel individual de la mayoría de jugadores americanos, amparados en el colectivo, hizo menos compleja la consecución de la estrella. Mención especial para Yesus Cabrera, Duván Vergara, Adrián Ramos, Joel Graterol y Marlon Torres.
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