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Posesión de balón, ataque por las bandas, oficio para recuperar el balón, variantes tácticas y, algo de suerte, fueron algunos de los argumentos que expuso la selección Colombia para derrotar 1-0 a Paraguay en calidad de visitante, para afianzarse en la parte alta de las Eliminatorias Sudamericanas con 12 puntos tras seis fechas.
Sin complejos de ningún tipo y sin medir que estaba en condición de visitante, así le salió a jugar la selección Colombia a Paraguay, en el estadio Defensores del Chaco de Asunción.
El cuadro ‘cafetero’, como en la mayoría de partidos en la era del entrenador Néstor Lorenzo, salió con una propuesta ofensiva, con cuatro defensores, tres volantes de marca, que por momentos se convertían en uno, Jéfferson Lerma, porque Jhon Arias y Kevin Castaño se sumaban al ataque.Luego, en la zona ofensiva, James Rodríguez, Luis Díaz y Rafael Santos Borré.
También de comienzo sorprendió la titularidad del central Yerry Mina, quien fue convocado a última hora, no estuvo ante Brasil y apenas volvió a la actividad con el Fiorentina, tras una lesión.
Y si de sorpresas se trata, llamó la atención la ausencia de Matheus Uribe, uno de los habituales titulares del conjunto ‘amarillo’, pero que en esta ocasión fue al banco de emergentes.
De esta manera, Colombia asumió el protagonismo con las acciones colectivas, en donde James Rodríguez, Luis Díaz y Jhon Arias hilvanaron las acciones ofensivas, pero a ellos se sumaron los laterales, Daniel Muñoz y Cristian Borja.
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Efectivamente, con la incursión de Borja y el respectivo centro para Muñoz, surgió el penalti que le permitió marcar a Rafael Santos Borré, quien al recibir del lateral derecho impactó el balón, pero este se estrelló en la mano de un rival. El árbitro sancionó cobro desde los 12 pasos.
Borré, con personalidad, tomó el balón, lo puso en el punto penalti y lo envió a la red, para poner a celebrar a su equipo, en 11 minutos.
Paraguay intentó contestar, pero le costó bastante hacerle daño a una Colombia que apostó a la posesión del balón para evitar riesgos en la zaga.
Salvo un par de acciones, por el costado izquierdo y en ejecuciones de cobro de costado, alcanzaron a llevar algo de nerviosismo al bloque defensivo colombiano.
Para la segunda parte, la intención del cuadro de Lorenzo no se alteró, lejos de pensar en defender el resultado, buscó hacer más goles y, con la tenencia del balón, generó desespero en el rival.
Una vez más James Rodríguez y Luis Díaz fueron los encargados de tomar la ‘batuta’ para administrar el esférico e interactuar con el resto de compañeros.
Lorenzo movió el banco, con los ingresos de Jhon Córdoba y Jorge Carrascal, quienes reemplazaron a Borré y Rodríguez, entre otros cambios, pero los minutos finales fueron de drama.
Los dueños de casa insistieron en el ataque y apareció la figura de Camilo Vargas, para cuidar su portería, porque el equipo más querido por los colombianos cedió la pelota y en defensa se vio mal.
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