Triunfar en unos Juegos Nacionales, según cuentan los que han logrado montarse al podio, genera una sensación indescriptible, en la que las palabras se hacen muy pocas para explicarlo, y cuando existen motivaciones extras para obtener las medallas, la sensación es mucho más especial.
De eso puede dar fe el esgrimista ibaguereño Michael Lozano, quien ayer se colgó la medalla de bronce en la modalidad de espada, la segunda para la delegación Vinotinto y Oro en la vigésima edición de las justas.
Cada vez que saltó a la pista, antes de afrontar un choque, levantaba su cabeza y miraba hacia el cielo, para encomendarse a su ‘Ángel Guardián’, su hermano Nicolás (12 años), quien falleció el año anterior.
Expertos en el deporte auguraban que ambos tenían las condiciones para estar juntos en el evento a celebrarse en la ‘Tierra Firme’; sin embargo, una enfermedad frenó esta situación, pero no detuvo a Michael en su intención de clasificar al certamen y hacer el mejor de los homenajes a su ‘brother’: dedicarle una presea.
El camino al bronce
Pero hacerlo no fue fácil. De arranque, el espadachín Pijao tuvo que encarar un ‘poul’ (grupo) muy reñido, el cual lo exigió al máximo. Por tal motivo, sorprendió a propios y extraños cuando avanzó segundo, luego de registrar cuatro triunfos y una caída, ya que apenas tiene 19 años, de los cuales solo cinco se los ha dedicado a la esgrima y estos son sus segundos Juegos.
En segunda fase (cuadro de 16) midió fuerzas con un contrincante de Caldas, al que superó sin dificultades, situación distinta a la vivida en cuartos ante su amigo y coterráneo Manuel Reyes, ya que lo pudo vencer faltando siete segundos para el final, con marcador 15 - 13.
En semifinales, la piedra en el camino fue el internacional Santiago Pinto (Bogotá), deportista radicado en Europa, quien sacó a relucir esa experiencia para frenar al local (15 - 10), merecedor por su esfuerzo y sacrificio de la presea bronceada, recordando que se entregan dos, junto con el oro y la plata, ganadas por Jhon Rodríguez (Valle del Cauca) y el verdugo del tolimense.
Satisfecho
“Lastimosamente no pude colgarme el oro, pero eso no importa, aún estoy ‘pollo’. Me queda mucho camino por delante, y esta presea me llena de energías para lo que se viene. La dorada espero conquistarla en los próximos Nacionales”, sostuvo Michael Lozano.
Y agregó: “Este bronce se lo dedico a mi mamá, mis compañeros de Liga, entrenadores, familiares, y de manera especial a mi ‘Ángel’ que está en el cielo. A mi hermano lo evoqué siempre, y esto es para él”.
Cuadro de honor
Espada masculina
Oro: Jhon Rodríguez (Valle)
Plata: Santiago Pinto (Bogotá)
Bronce: Michael Lozano (Tolima)
Bronce: Juan Felipe Meyberg (Antioquia)
Espada femenina
Oro: Yesica Morales (Valle)
Plata: Linda González (Bogotá)
Bronce: Laura López (Antioquia)
Bronce: Adriana Ibáñez (Bogotá)
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