PUBLICIDAD
Desde sus modestos inicios en 1980, cuando los economistas Pablo y Consuelo fundaron Tomaticos en Ibagué con tan solo 5 máquinas y 5 empleados, hasta convertirse en una de las marcas líderes en la confección y comercialización de ropa infantil en Colombia, la historia de esta empresa familiar ha sido un viaje de dedicación, crecimiento y compromiso social.
La semilla de Tomaticos germinó cuando Pablo y Consuelo estudiaban economía en la Universidad Santo Tomás de Bogotá. Con ahorros acumulados durante sus años universitarios, adquirieron dos máquinas de coser y decidieron emprender un negocio que industrializara la confección de ropa, inspirados por la pasión por la moda infantil y las habilidades de costura heredadas de la familia de Pablo.
Inicialmente conocida como "Carolina", en honor a la marca casera de ropa para niñas que confeccionaba la madre de Pablo, la empresa evolucionó adoptando el nombre "Tomaticos" para reflejar su compromiso de ofrecer moda infantil tanto para niñas como para niños.
"Con los ahorros que logramos hacer, o que Pablo, sobre todo, logró hacer en la universidad, su hermano, que trabajaba con Pablo papá en la fábrica de confección de ropa de hombre, se compraron dos máquinas", comenta Consuelo.
Lea también: ¿Cuánto vale la botella de Aguardiente Rosado? Está siendo sensación en Colombia
Crecimiento orgánico y desarrollo profesional
Con el tiempo, Tomaticos experimentó un crecimiento orgánico que involucró la apertura de nuevas plantas, la incorporación de su propia tintorería y tejeduría, y la expansión de almacenes a lo largo y ancho del país. Además, se convirtieron en licenciatarios oficiales de la marca Barbie durante una década, aportando nuevos conocimientos para gestionar colecciones y moda de manera más profesional.
La empresa enfrentó desafíos significativos, como la crisis textil a principios del siglo, pero gracias al apoyo de empleados y proveedores, lograron una exitosa reestructuración económica con el gobierno, saliendo fortalecidos de la adversidad.
"Empezamos con ropa infantil lo que hoy es Tomaticos y después de terminar el acuerdo de reestructuración adicional a la producción y comercialización de nuestra marca a la par empezamos a hacer licitaciones para el ejército, la fuerza aérea, la policía y eso nos ayudó a levantarnos, siempre generando mucho empleo, siempre con y para la gente de Ibagué siempre tratando de tener muy presente a los niños. Para nosotros el negocio de los niños ha sido fundamental. Fue nuestro comienzo, siempre lo fue y siempre lo será", cuenta Consuelo.
Compromiso social y relevo generacional
Más allá de las cifras económicas, el compromiso social de Tomaticos ha sido un pilar fundamental de su identidad. La empresa ha establecido alianzas con entidades gubernamentales y cajas de compensación para capacitar a madres cabeza de familia, fortaleciendo así su autonomía económica. Además, se estima que, de manera indirecta, la empresa genera alrededor de 1000 empleos adicionales a través de la maquila realizada por otros confeccionistas.
En la actualidad, Pablo y Consuelo, a sus 69 y 67 años respectivamente, están enfocados en asegurar un relevo generacional exitoso. Sus hijos, que han crecido inmersos en el negocio familiar, están listos para asumir roles directivos y continuar el legado de sus padres en la dirección de Tomaticos.
Enfoque en expansión y sostenibilidad
De cara al futuro, Tomaticos proyecta seguir creciendo dentro y fuera de Colombia. Para 2027 planean tener 300 puntos de venta, llegando a 500 para 2030 con presencia en todas las ciudades y municipios. Asimismo, esperan expandirse a 4 países de Centroamérica hacia 2035
El crecimiento estará apalancado en mayores capacidades de producción, tecnificación de procesos e inversión en sostenibilidad, por ejemplo, con plantas de energía renovable. Como afirma Consuelo, el compromiso con la calidad, la innovación, el servicio al cliente y la responsabilidad social seguirán siendo los pilares de la empresa en esta nueva etapa.
Comentarios