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En el programa Perezcopio dirigido por el periodista Guillermo Pérez Flórez, el director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), Juan Daniel Oviedo, expuso el panorama de Tolima en cuanto a pobreza monetaria, mercado laboral e informalidad. En los tres temas la región tiene cifras negativas que explican la difícil situación socioeconómica del departamento, en este sentido, los desafíos para los gobiernos locales serían más que importantes.
Retroceso en pobreza
En Colombia antes de la pandemia ocasionada por el Covid-19 había 17.5 millones de personas que se encontraban en situación de pobreza monetaria, en 2020 como consecuencia de la pandemia esa cifra subió a 21 millones, casi 3.5 millones más.
Esta población son personas que tienen un ingreso per cápita de $331.688, que es la línea de pobreza monetaria, pero eso no significa que ese valor sea su salario. Si la persona tiene un sueldo de $1.200.000 pero responde por los gastos de tres personas, al dividirse su salario entre los cuatro miembros del hogar, le corresponde a cada uno $300.000, es decir, es una familia conformada por ciudadanos en situación de pobreza monetaria.
“En Ibagué en 2019 teníamos a 168 mil personas en situación de pobreza monetaria, y en 2020 pasamos a tener 237 mil, es decir, hubo un incrementó en casi 69 mil ibaguereños. Por esta razón, la ciudad puso uno de cada 50 nuevos pobres que tuvo el país el año pasado”, explicó el Director del Dane.
En este sentido, Ibagué tiene al 43.2% de su población en condición de pobreza monetaria, ciudadanos que tienen un ingreso no superior a $384.428.
“Cuando vamos a la medición más cruda, cercana al hambre, se dio el golpe más fuerte. La ciudad estaba acostumbrada a ver sólo 3% de su población en pobreza monetaria extrema, y en 2020 esa proporción subió a 13.2%, es decir, se multiplicó por más de cuatro veces”, dijo Oviedo.
A esta población ni siquiera les alcanza los recursos para consumir 2.100 calorías al día, o como se dice coloquialmente “los tres golpes”, pues su ingreso per cápita no supera los $146.345.
Como sea, Ibagué pasó de tener 17.520 personas en situación de pobreza extrema en 2019, a concentrar 72.675 en 2020, más de 55 mil ibaguereños más.
Caracterización de la población afectada
El aumento de la pobreza en el departamento provino del deterioro del mercado laboral a causa del Covid-19. Sin embargo, dentro de la caracterización de la población más afectada, en los hogares de Ibagué que tienen como jefe de hogar a una mujer la incidencia de la pobreza fue del 48.3%, muy inferior a la de los hombres que plantó en 39.7%.
La pobreza afectó sobre todo a las mujeres que estaban ocupadas en actividades de confección y comercio minorista.
Ahora bien, la incidencia de la pobreza en los hogares donde el jefe de hogar es una persona joven, en promedio de 25 años, la incidencia de la pobreza fue de 49.8%,
Esta situación de las mujeres y los jóvenes, resume porque Ibagué fue la segunda ciudad con mayor desempleo en todo el país como resultado de la pandemia.
“Pero la afectación del empleo fue fuerte en contra de personas que trabajaban en comercio minorista, confección, elaboración de comidas para venta en puestos fijos y móviles, peluquería y tratamientos de belleza, donde la informalidad es preponderante.
“No obstante, el común denominador es la presencia de mujeres y jóvenes en estas actividades que fueron las llamadas a cerrar a causa de las medidas de confinamiento”, manifestó Daniel Oviedo.
Frontera invisible de la pobreza
A la pregunta de Guillermo Pérez. ¿A partir de que ingresó ya no se considera pobre a un colombiano? Juan Daniel Oviedo respondió: “Esa pregunta genera suspicacia, olvidémonos de la Colombia de hace 40 años donde quien no era pobre era rico (...), las personas que están en la frontera de pobreza monetaria no son una minoría. En el país trabajaron 19.8 millones de personas en 2020, esa cifra solo se había visto en septiembre de 2010, y el ingreso laboral promedio fue de $1.060.000”.
El estadista enfatizó que la pandemia borró 10 años de avances en materia de mercado laboral y reducción de la pobreza, “y no sabemos cómo nos vamos a recuperar”.
“El asunto es que el país durante las últimas dos décadas pensaba que la pobreza estaba en el campo; casi siempre se asumió que en las ciudades estaban las fuentes de generación de ingresos. Por esta razón es que la pandemia genera un golpe muy importante no solo en el mercado laboral sino en la dinámica social”, acotó Oviedo.
De acuerdo con el Director de la entidad estadística, para el caso de Ibagué una incidencia de pobreza monetaria de 43.2% no se había registrado hace 16 años, y un 13.2% de población en pobreza extrema supone un retroceso de 25 o 27 años.
Concentración del mercado laboral
El Director del Dane explicó que Ibagué tiene un capital humano con un nivel educativo superior al promedio de las 13 ciudades capitales, lo que supone un riesgo para el mercado laboral. Por un lado, está el exceso de personas que trabajan en comercio y reparación de vehículos, salud, alojamiento, servicios de comida y educación.
“Por otra parte, la tradición manufacturera del departamento ya no es tan visible, especialmente la relacionada con la agroindustria como punto de contacto entre la urbanidad y la ruralidad. De ahí que, Ibagué fue una ciudad expuesta a los deterioros del mercado laboral que provocó la pandemia al depender de pocas actividades”, señaló el economista.
Empleo juvenil
La última medición del Dane arrojó que en la capital del Tolima había 52 mil jóvenes entre 14 y 28 años que tenían trabajo, mientras tanto, 21 mil estaban desempleados. Sin embargo, la tasa de desempleo juvenil de Ibagué supera la del promedio nacional por tres puntos porcentuales.
“Eso se debe a que buena parte de los jóvenes que están trabajando lo están haciendo en actividades artísticas y de entretenimiento, comercio minorista, alojamiento y servicios de comida, que son esas actividades a las que les ha tomado más tiempo reactivarse”, explicó el funcionario del Estado.
Alta informalidad
En la ‘Ciudad Musical’ el 52.8% de su población ocupada está en situación de informalidad, o sea, de cada 100 trabajadores 53 son informales. Pero en el caso de las mujeres, por cada 100 ocupadas 57 desarrollan su actividad laboral en el marco de la informalidad.
“A partir de la encuesta de micronegocios, podemos estimar que de las personas ocupadas, 83 mil pueden estar en actividades económicas informales relacionadas con expendio de comidas, peluquería y comercio minorista (tienda, supermercado, abarrotes). Allí está el 45% de toda la informalidad de Ibagué”, indicó Juan Daniel Oviedo.
Finalmente, el Director dijo que la lógica económica de la ciudad debería estar apalancada en la tradición manufacturera, “pero por su dependencia en los textiles y las confecciones ha perdido competitividad”.
DATOS
72.675 personas estuvieron en situación de pobreza monetaria extrema en Ibagué durante 2020.
43.2% de la población ibaguereña estuvo en condición de pobreza monetaria el año pasado.
52.8% de la población ocupada es informal, o sea, de cada 100 trabajadores 53 son informales.
49.8% es la incidencia de la pobreza en los hogares donde el jefe de hogar es una persona joven.
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