La educación en el Tolima a pesar de estar al alcance de miles de niños, niñas y jóvenes tiene varios retos por enfrentar en cuanto a calidad, llegar a los puntos más recónditos de la región e ir a la vanguardia de las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial que entró con fuerza a abordar los diferentes ámbitos de la vida.

El más reciente resultado del Índice Departamental de Competitividad (IDC) elaborado por el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y la Universidad del Rosario, que permite conocer los factores que hacen más productivos a los 32 departamentos del país y Bogotá, hizo evidente que el Tolima tuvo su mejor puntaje en la variable educación básica y media al ocupar el Séptimo puesto con un puntaje de 7,7. 

Una posición que requiere un análisis, para comprender ¿a qué se debe dicha destinación?, y cómo se puede mejorar, no solo para que se refleje en cifras, sino que también en la calidad educativa.

En diálogo con Jaime Eduardo Reyes, economista y director del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Ibagué, comentó que este pilar históricamente ha sido el mejor entre los 13 que se evalúan.

“El buen desempeño se debe fundamentalmente a que en el departamento los niveles de cobertura son altos, en preescolar (8,63:2) en educación primaria (9,55:2), en secundaria (9,57:4), cobertura neta en educación media (8,83:5)” sostuvo Reyes, quien también dijo que los resultados serían mejores si no hubiese altos niveles de deserción escolar (5,48:26).

Añadió, que el pilar de cobertura ubica al Tolima en el puesto 4 (8,41:4), “el promedio del pilar disminuye cuando se promedia la calidad en educación (5,92:14). Los puntajes Saber ubican al Tolima en la mitad del escalafón: pruebas Saber 11 (5,96:17), Puntajes pruebas Saber 11 en colegios oficiales (6,37:18). Aquí existe una gran tarea por hacer” concluyó el director del Instituto de Desarrollo Regional de la Unibagué.

Archivo / EL NUEVO DÍA  Ha incrementado el número de docentes del departamento que continúan formándose (posgrado).

Archivo / EL NUEVO DÍA  Frente al más reciente  informe de competitividad, el Tolima tiene su mejor puntaje en educación.

Puntos que requieren atención 

Profundizando en el tema, el magíster, docente e investigador en educación, Eduardo Chamorro, sostiene que la primera problemática de la educación escolar y, que sería el detonante de muchas otras falencias, es el poco interés que hay por la educación, a nivel institucional, de los padres de familia, de los estudiantes y en mayor medida de los políticos.

Una segunda situación es que aún se brinda un modelo tradicional de educación, centrada en aspectos cognitivos, lo que digan los libros y el docente, donde se deja a un lado el modelo de las competencias, sin tener en cuenta el interés del estudiante, aunado a la falta de pedagogía emocional y formación humana.

“Para el Tolima se calcula que el 79 % de los planteles educativos de los 46 municipios no certificados a cargo de la Gobernación tienen y desarrollan un modelo tradicional de educación”, mencionó Chamorro.

Agregó que, “de cada 10 estudiantes matriculados de todo el sistema escolar de la educación básica, 7,67 % reprueban el año escolar, según datos del 2021 y luego le sigue como fracaso escolar la alta deserción del 5,2 % y la repitencia de grado 4,34 %”.

Siendo un sistema escolar inapropiado para retener a los estudiantes en las aulas y para facilitar su progreso y avance a nivel superior.

Aunado a lo anterior, la clasificación de las instituciones educativas oficiales del Tolima, conforme a las pruebas Saber 11 del 2022 en comparación con años anteriores (desde el 2019) refleja la decaída del rendimiento educativo.

Antes de la pandemia 90 instituciones estaban en la categoría D, considerada la más baja, para el 2022 ya eran 105 en esta posición, variación muy contraria a la de los mejores planteles educativos con calificación A+ (muy superior) donde sólo hay dos.

“En Ibagué, la diferencia entre los resultados de los colegios privados y oficiales se mantiene, si tal comparación se hace con relación a los 15 colegios privados que se clasificaron en la categoría A+ o Muy Superior, de excelencia, en 2022, frente a solo tres planteles educativos oficiales, Santa Teresa de Jesús, Liceo Nacional y Exalumnas de la Presentación, ubicados en esta categoría”, acotó el investigador en educación.

A pesar de que la calidad de los docentes, según su nivel educativo en el Tolima es buena, de acuerdo con las estadísticas el 38 % de los profesores de la región son licenciados en educación, el 8,7 % son profesionales no licenciados en el mismo campo, y el 44 % ha cursado estudios de posgrado (especializaciones, maestrías y en menor medida doctorados).

"El lunar está en la inversión en calidad de la educación básica y media (2,64:23) fundamentalmente por la dependencia del Sistema General de Participaciones y el poco nivel de recursos propios destinados a la calidad educativa" Jaime Reyes.

Archivo / EL NUEVO DÍA  La infraestructura de varios colegios de Ibagué siguen siendo un reto, al igual que la  conectividad en los municipios del departamento. 

Brecha entre lo rural y lo urbano

En Ibagué, en lo corrido de los años, la educación se ha visto afectada por los incumplimientos en la entrega de la infraestructura por parte del Fondo de Financiación de Infraestructura Educativa, Ffie, aparentemente por problemas en cuanto al manejo de recursos y contratación, dejando esos planteles educativos en déficit.

No obstante, Eduardo Chamorro considera que la capital tolimense está frente a una gran oportunidad para fortalecer la oferta educativa, mejorar la cobertura y la calidad.

“Es que el 96 % de la población de Ibagué está concentrada en la zona urbana, lo que significa que el resto está en vereda” sostuvo.

Pero, si se mira la situación regional, la brecha de la oferta educativa en la zona rural requiere de una gran hazaña.

El presidente de Simatol, William Polo Arango, relató que, para eliminar esa diferencia, la inversión en educación rural y urbana hace cuatro años se requería que por cada peso que se invierta en la educación urbana había que invertir 12 en lo rural.

“Hoy, este tema está mucho más profundo por el asunto de la pandemia, la economía”, por lo que vienen pidiendo la reforma constitucional al sistema general de participación.

Y es que Chamorro recordó que hay una situación muy crítica como la de Coyaima, donde las 11 instituciones educativas oficiales que gradúan bachilleres permanecen en la categoría D, desde hace ya varios años.

Sin dejar de lado que hay territorios donde un docente se encarga de impartir todas las materias y las dificultades para acceder a internet.

La conectividad, un reto

Como lo ha registrado El Nuevo Día, de los 47 municipios del Tolima, 29 localidades registran menos del 2 % de acceso a internet fijo. Es decir que, de cada mil habitantes, sólo dos hogares están conectados.

En ese sentido, el director de las TIC del Tolima, Carlos Sánchez Alfonso, le hace un llamado a los operadores de telefonía móvil para que presten el servicio de una manera correcta, especialmente en medio de esta alerta naranja con los municipios de influencia del Volcán Nevado del Ruiz, para que se fortalezca la comunicación.

Lérida, Ambalema, Carmen de Apicalá, Fresno, Suárez, Natagaima, Falan, Purificación, Líbano y Chaparral alcanzan índices de penetración de conectividad entre el 2.1 % y el 10 %.

Y cierra la estadística con mejor porcentaje de acceso en el servicio de Internet fijo, los municipios Guamo, Armero-Guayabal, San Sebastián de Mariquita, Melgar, Flandes, Honda, El Espinal e Ibagué entre el 10,1 % y el 26,4 %.

"Hace cuatro años se hizo un estudio y para que se elimine la brecha que hay entre la inversión en educación rural y urbana, por cada peso que se invierta en educación urbana hay que invertir 12 en la rural", William Arango.

El interés docente por mejorar su nivel educativo accediendo a los posgrados. 

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