Ocupante ilegal quiere apoderarse de inmueble por posesión

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
La casa que es conocida en la ciudad por haber sido la sede de campaña de políticos como Rubén Darío Rodríguez, terminó en la demolición de una de sus paredes por orden de la inspectora de Policía, Mercedes Calderón.

Pues según la abogada de la propietaria Clara Cecilia García de Bueno, la vivienda amenaza con ser ruina.

El pleito legal viene desde el 2012, año en el que García le envió una carta a Lozano pidiéndole que desaloje el inmueble por orden de la inspección de Policía.

María Victoria Sánchez Guzmán, abogada de García, cuenta que desde la década de los 90 cuando funcionaba la Sociedad de Comercio Bueno Tafur y Compañía, se firmó un contrato de vigilancia con la empresa Ramírez y Tole (que ya no existe) que envió como vigilante a Manuel Guillermo Lozano Calderón.Una vez fue liquidada la Sociedad de Comercio, la familia Bueno tomó la decisión de vivir fuera del país y según la abogada de Clara García, la vivienda se iba a consignar a una inmobiliaria.

“Lozano le suplicó de rodillas que lo dejaran vivir en el lugar y, que a cambio, el mantenía el inmueble. La familia accedió y además dijo que por sus labores domésticas le darían una remuneración y por eso accedieron a que viviera con la familia.

“La familia Bueno le permitió residir en la parte posterior de la casa, porque la parte delantera siempre se arrendó para diversas campañas políticas; además, se comentaba que era la sede ganadora, pues muchos candidatos que fijaron allí su sede política salían victoriosos”, recordó la abogada.

Desde un inicio Lozano reconoció a García como propietaria del inmueble: “Él dijo que le debían algunos salarios. En junio el invasor es asesorado por un abogado que optó por presentar una demanda por pertenencia, la cual conoce el Juzgado Quinto del Circuito de la Ciudad de Ibagué”, indicó Sánchez.

La profesional en derecho aseguró que el invasor al presentar la demanda, pasó a ser ‘poseedor de buena fe’, “Manuel Guillermo ahora dice, conmigo no hablen, yo estoy acá porque mi abogado Andrey no me deja salir”, expresó.

Por su parte, el abogado del demandante, Andrey Gustavo Ramos, aseguró que el presunto invasor vive en el sitio hace aproximadamente 20 años cuando entró como celador. “Los dueños se fueron de Colombia y dejaron al señor prácticamente abandonado, nunca le pagaron el salario y desconoció que ellos eran los dueños.

“Empezó a hacer actos de amo y dueño, porque pagaba los servicios públicos y mantenía la vivienda. 

“La posesión es un derecho que puede tener cualquier persona cuando el dueño abandona sus propiedades; entonces por prescripción adquisitiva de dominio, lo hace a él tomar posesión por transcurso de tiempo”, añadió.

Clara Cecilia García como propietaria de la vivienda dijo a esta redacción que el cuidandero se aprovechó del voto de confianza que la familia le ofreció, “ellos están diciendo una gran mentira, estoy defendiendo mis derechos sobre la casa. Me están haciendo una trampa y eso no es justo”.

Y agregó que: “Él duró cuidando la casa por lo menos siete años, durante ese tiempo a él se le enviaba dinero y el derecho de posesión no lo tiene, porque siempre ha sido vigilante”.

De acuerdo con la propietaria, después de la demolición se iniciaría una construcción de un edificio de ocho pisos, “hay un lema que dice, ‘los derechos no se mendigan’, yo no estoy mendigando, estoy reclamando lo que me pertenece”.

Ahora un tercero 

Pero la historia no acaba ahí, en el pleito también aparece una tercera persona, se trata del empresario Jahir Garavito, quien afirma tener un documento donde dice que los cuidanderos de la casa le habrían vendido los derechos de posesión.Ante este pronunciamiento, la abogada de García de Bueno explicó que ni siquiera hay posesión legalmente reconocida de los cuidanderos de la casa. “Jahir Garavito no es dueño de nada.

“En el juzgado se había dicho que el celador le había vendido unos derechos liticiosos que son muy diferentes a derechos de posesión”. Y añadió: “Garavito compró unos derechos liticiosos del proceso de pertenencia que cursaban en el juzgado Quinto, que es similar a comprar un billete de lotería, se está expuesto a ganar o perder”.

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