En cada calle y rincón de esta bella ciudad, los pastusos y turistas hacen parte de esta fiesta asistiendo a eventos como el desfile de colonias, donde se muestra la riqueza cultural de esta región del país, así como el carnavalito, actividad donde los niños con su imaginación se adentran en la cultura popular para expresar el amor por su tierra, el arte y el carnaval, entre otras.
El Carnaval de Negros y Blancos, apoyado por la Dirección de Patrimonio y el Programa Nacional de Concertación del Ministerio de Cultura, se celebra cada año en Pasto, atrayendo a un gran número de turistas provenientes de todos los rincones del país y del extranjero.
Además, fue declarado en el 2002 Patrimonio Cultural de la Nación y en el 2010 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La ciudad de Pasto se ha conocido históricamente como el punto de encuentro y cruce de caminos de diferentes pueblos y colonias. Considerado como la manifestación cultural más significativa, el Carnaval de Negros y Blancos se convierte en una experiencia cultural única.
Es por esta razón, las celebraciones del Carnaval constituyen una muestra cultural autóctona que expresa una fusión perfecta de rituales indígenas, expresiones culturales de los españoles y de la cultura africana.
Los orígenes del Carnaval se remontan a los tiempos antiguos y celebraciones de las culturas indígenas agrarias de los Pastos y Quillacingas a su Dios de la luna, al cual pedían amparo en los cultivos.
Con el transcurso del tiempo, a estas expresiones culturales campesinas se sumaron algunos elementos de festividades españolas y más tarde, las africanas, dando comienzo a lo que hoy en día es el Carnaval de Negros y Blancos en Pasto que se desarrolla del 2 al 7 de enero.
Poco a poco, al Carnaval se le fueron agregando otros elementos: el cosmético, el talco, la música y las carrozas con gigantescas esculturas construidas por los artesanos que cumplen un papel muy importante en estas celebraciones.
Atracciones
La atracción principal, además de verbenas populares en las plazas y calles de la ciudad, es el llamado Desfile de Carrozas, el gran desfile que cubre un recorrido aproximado de siete kilómetros, en un sendero que recorre las calles del centro de la ciudad, pasando por la Plaza del Carnaval y parte de las avenidas de la periferia que en conjunto, conforman la llamada Senda del Carnaval.
La gran mayoría de los ciudadanos, más otros tantos miles de turistas y visitantes se vuelcan a las calles para presenciar este Desfile Magno, aplaudiendo y arrojando confeti o serpentinas a los participantes, todos danzando al ritmo de canciones tradicionales y típicas, como La Guaneña, El Trompo Sarandengue, el Son Sureño, El Chambú, y otros ritmos como sayas y composiciones andinas inéditas que se estrenan cada año.
El 7 de enero, el Festival del Cuy y la Cultura Campesina, una actividad de cierre del Carnaval y donde se vincula a pequeños productores del sector rural para que comercialicen sus productos entre ellos el más representativo del municipio, el cuy.
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