y es más vulnerable a padecer los estragos de los fenómenos climáticos.
Según el Estudio de conflictos de uso del suelo del Igac, este porcentaje equivale a 32.794.351 hectáreas (de las más de 114 millones con las que cuenta el país), y abarca la mayor parte de las regiones Caribe y Andina, la Altillanura y el valle del río Cauca, que históricamente han sido aprovechadas por las actividades del hombre.
“Las zonas más productivas y pobladas de Colombia han sufrido un continuo proceso de deterioro y deforestación, lo que puede representar futuras tragedias tanto en épocas de sequía como de lluvia. Estos suelos ya no pueden retener el agua suficiente para enfrentar un fuerte verano, lo que representa que los ríos bajen su caudal y se vean afectadas de manera directa la biodiversidad colombiana, como sucedió el año pasado en el departamento del Casanare. En el invierno, los terrenos no regulan la gran cantidad de recurso hídrico que reciben, razón por la cual se dan las inundaciones, en algunos casos inmanejables”, informó Juan Antonio Nieto Escalante, director general del Igac.
Los departamentos más expuestos a las consecuencias de estos fenómenos climáticos según el estudio del Igac por conflictos en su suelo por usos inapropiados serían:
Sucre con el 78% seguido de Atlántico 73%, Magdalena 65%, Cesar 64%, Caldas, 63% Córdoba 62%, Santander 59%, Bolívar 54%, Tolima 49%, Antioquia 51%, Cundinamarca 51%, Boyacá Huila y Risaralda con 49% Casanare y Meta con 44%, Norte de Santander 40%, Arauca, Quindío y valle del Cauca 35%, Vichada 31% Cauca 30% y Guajira 27% y Nariño 22%.
“Estas tierras ahora se pueden catalogar como deterioradas o en proceso de deterioro, debido en gran medida al uso indiscriminado del recurso. Por esto podrían ser las más afectadas en la actual época de verano que afronta el país”, apuntó Nieto Escalante.
El director general del Igac puntualizó que este panorama se debe a las malas prácticas agropecuarias y a la falta de un esquema de planeación en las dinámicas del uso del suelo.
“El uso del suelo en Colombia cuenta con dos caras: unos suelos que han sido utilizados para la agricultura y ganadería cuando cuentan con otra vocación, como el forestal o agroforestal. La otra son suelos subutilizados, es decir abandonados o desaprovechados y que no son usados para su verdadera vocación”.
Radiografía del suelo Tolimense:
Departamento del Tolima se encuentra con aproximadamente el 54 por ciento de su área departamental en conflicto de uso, evidenciándose el 45 por ciento en sobreutilización y el 9 por ciento en Subutilización.
El área correspondiente al 46 por ciento se encuentra en uso adecuado, donde las coberturas naturales no han sido afectadas en su mayoría por sistemas productivos. Es el departamento No 9 en uso inadecuado del suelo.
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