El Icbf de Bogotá, adjudicó licitación de obra pública por un valor aproximado de mil millones de pesos, cuyo objeto es la remodelación total del hogar infantil Copetín, ubicado en la calle 64 No. 21 – 99 del barrio Ambalá, pero ocurre que estas obras se encuentran inconclusas y prácticamente paralizadas.
De modo que, en la sede de Ambalá, se tienen aproximadamente 250 niños, que fueron reubicados a las instalaciones del (Centro de Desarrollo Infantil) CDI Los Ocobos, ubicado en la calle 75 No. 5-34 en la Octava etapa del Jordán, en donde les prestaron dos salones para 95 niños, pero el lugar no cumple con las más mínimas normas de higiene.
“Están en unas instalaciones obsoletas y viven en hacinamiento total, es prácticamente inviable la situación, los padres de familia están retirando sus niños por la situación deplorable que están viviendo.
“La parte de sala cuna no se le puede prestar el servicio como es, porque no tienen lava cola, no tienen nada, es un salón donde organizamos a los niños en colchoneta”.
“Nos habían dicho que nos entregaban la sede para el 31 de enero, después que para el 28 de febrero, y miren la fecha en la que vamos y todavía no hacen nada”, enunció una mamá preocupada.
La incertidumbre es mayor cuando aseguran que llevan más tres meses esperando a que el contratista empiece con la remodelación del lugar. Siendo así, el Icbf les dice que tienen que conseguir una casa en el barrio Ambalá con estándares de calidad, pero los padres de familia aseguran que hasta el momento ninguna lo cumple, y que, además, es imposible que le alquilen una casa por tres meses.
“Mientras tanto, nos tenemos que quedar en el CDI de Los Ocobos, porque supuestamente la remodelación era en un mes, pero ya vamos para cuatro meses, desde el año pasado dicen que están trabajando y aún estamos en la espera”, afirmó un padre.
Alegan que es muy necesario que les entreguen el hogar infantil Copetín, ya que los padres han enviado derechos de petición al Icbf, pero la arquitecta del Bienestar Familiar dice que eso es un contrato que se hizo en Bogotá, asegurando que todo lo manejan desde la capital.
“Mientras tanto, ¿tenemos los niños hacinados? ¿cómo hacemos para que nos entreguen el hogar infantil? todos estamos desesperados con esta situación.
“Las madres de familia estaban muy beneficiadas con el hogar infantil Copetín, porque les quedaba más cerca a sus casas y así facilitaban la ida al trabajo, la preocupación es porque ahora tienen que llevar los niños hasta el barrio Jordán, y esto les establece una obligación de pagar una mensualidad para el transporte de 100 mil pesos”, dijo una afectada.
Paola Murray afirma que: “muchas mamitas no tienen plata para el transporte y les toca ir a pie, bajo la lluvia o el sol, y es lo mismo todos los días. Se ha generado un gasto más. Se hacen los locos con ellas”, alegó. Los padres de familia dicen que durante muchos años el hogar infantil está al servicio de la comunidad, cumpliendo con todos los requisitos exigidos por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, por lo que consideran que deben continuar con el manejo de la sede.
Otro caso: Hogar Payasito
Del mismo modo, sucede con el hogar infantil Payasito, ubicado en la carrera 10 calle primera, esquina, barrio Augusto E. Medina, donde están preocupados a causa de que desde el 15 de diciembre de 2015 hicieron desalojar el lugar para hacer la remodelación y restauración del lugar, y además, lo entregaban el 31 de diciembre del mismo año, pero hasta ahora empezaron con la obra.
Así pues, los niños se encuentran en las instalaciones del colegio Rosarista del barrio La Pola, donde agradecidos están los papás porque el colegio les dio albergue, pero, que los niños se encuentran en total hacinamiento y en donde el lugar no cumple con las más mínimas normas de higiene, ya que el ambiente que respiran no es el más adecuado para los pequeños.
Muy molestas las madres de familia, solicitan que agilicen la obra, ya que desde hace mucho les habían prometido la restauración del lugar y más aún, cuando hay pocos trabajadores en la obra. “Me parece una irresponsabilidad, no sé a qué clase de contratista le dieron la obra, pero ya era para que la hubieran terminado.
“Nos ha generado mucho gasto y tiempo por el pasaje”, dijo.
Las madres de familia del hogar infantil aseguran que seguirán insistiendo al Icbf, hasta que se les dé una respuesta y solución definitiva sobre la queja.
Por su parte, el director del Icbf Tolima, Óscar Ríos, afirmó que lamentablemente hubo un incumplimiento por parte del contratista, ya que el contrato se hizo a nivel nacional y que se tomaron medidas contractuales, pero estas no han surgido.
“Iniciaron una remodelación, pero lamentablemente en el transcurso de esta, el contratista dejó la obra suspendida y no ha cumplido con ninguno de los compromisos que se le han dejado por parte del Icbf.
“Esperamos que con la sede nacional se pueda entrar en diálogo para la ejecución del contrato y mirar a ver si nos entregan la obra lo más pronto posible, por otro lado, estamos buscando un lugar con las mejores condiciones en donde podamos atender a los niños”, aseguró.
Afirma que para solucionar la necesidad de los niños, tuvieron que reubicarlos provisionalmente en el CDI Los Ocobos, que no fue la mejor opción, porque no tenía más alternativas, pero que se está agilizando el proceso de búsqueda de un inmueble para ubicar a los niños, y que no es fácil por el gran número de menores.
“La idea es mejorar la sede de Ambalá, hacerle un buen mantenimiento a la infraestructura para que pueda prestar un mejor servicio”, mencionó.
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