De acuerdo con el profesor José David Meisel Donoso, coordinador del proyecto de retorno al campus, todo se deriva de un plan de trabajo conjunto entre varias dependencias de la Universidad, con el fin de garantizar todos los protocolos necesarios en la cotidianidad.

En este equipo están la Oficina de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), Bienestar Universitario, la Dirección Administrativa y de Planta Física, la oficina de Gestión de Tecnologías, Redes y Sistemas; la oficina de Mantenimiento, la Gerencia de Servicios y Sostenibilidad, la Dirección de Planeación, la Vicerrectoría y la Rectoría.

“Estructuramos un plan de trabajo y un equipo orientado a revisar las actividades. Una de las actividades más importantes es la adecuación tecnológica de los salones, porque la idea es orientar clases híbridas, con presencialidad y virtualidad al mismo tiempo”, explicó el profesional.

Acciones contempladas

Serán 15 salones con adecuaciones tecnológicas idóneas para albergar a estudiantes en modo mixto (unos presenciales y otros de manera remota y con la modalidad de alternancia cuando se requiera). 

En ellos se instalarán dos cámaras: una para tomar la panorámica donde se puede movilizar el docente y otra que se enfoca en el tablero del salón y un micrófono de alta calidad, que en conjunto con la tecnología con la que ya contaban estos salones es suficiente para conectar las aulas de clase con los hogares en tiempo real.

“Estamos haciendo pruebas y ajustes para tener listos los primeros salones para evaluar las condiciones tecnológicas y de conectividad de los mismos en algunos cursos de la Escuela Internacional de Verano”, explicó Meisel.

Entre tanto, para el regreso de funciones administrativas se dispuso de aforo por oficinas, para garantizar que cada área tenga al menos una persona en labores presenciales.

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