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La oferta es amplia. Se encuentran brujos que practican la magia blanca, otros la magia negra. Algunos son médiums y recurren a figuras como la del médico venezolano José Gregorio Hernández para sanar enfermedades físicas y espirituales a través de tratamientos o cirugías que, se dice, practica el mismo doctor por medio de la persona que establece contacto con él .
También hay numerólogos, espiritistas, chamanes y adivinadores del destino y la suerte que en medio de sesiones, rituales, magia blanca y negra, lectura de manos, cartas y tabacos, riegos, rezos, amarres y toda clase de prácticas de ocultismo, buscan resolver problemas cuya solución no pudo hallarse en el ámbito médico, amoroso, laboral, financiero o familiar.
El precio de este tipo de trabajos varía de acuerdo a las condiciones particulares del caso o problema que se pretenda resolver. Los servicios van desde una simple lectura de naipe o cigarrillo cuyo costo será lo que el cliente considere justo según la veracidad de la adivinación, pasando por amarres y retiro de enemigos que requieren de materiales, hasta la curación de dolencias o el hallazgo de guacas y la adivinación del número ganador de la lotería.
La consulta en uno de los centros de adivinación que promete el regreso de su ser amado sin importar el sexo, lugar o distancia o que dice poder ayudarle con el alejamiento de personas indeseables y el retiro del alcoholismo, drogadicción o la solución a la impotencia puede valer entre $20 y $30 mil pesos.
En algunos centros de espiritismo o donde se recurre a la magia blanca el costo oscila entre $12 y $30 mil pesos por consulta. Otros no cobran al inicio y piden fotos y nombres para hacer diagnósticos a distancia, luego de los cuales ofrecen soluciones a cambio del giro de alguna suma que puede ir desde los $100 mil pesos y llega a costar millones, esto según la complejidad del caso.
A la par de este tipo de negocios también hay establecimientos comerciales que venden artículos e insumos necesarios para llevar a cabo las labores que se cree servirán para lograr cosas imposibles como el regreso del ser amado de aquel al que ya dejaron de amar, devolverle la virilidad al señor que busca un poco de emoción en el ocaso de su vida, ayudar al comerciante que le atribuye la quiebra de su negocio a la envidia, encontrar la guaca que alumbra todas las noches en la finca, sanar la enfermedad que la ciencia no ha podido tratar o mejorar una mala situación económica a través de riegos, baños, sahumerios y números milagrosos para jugar el chance.
Todas estas creencias hacen parte de la cultura popular del departamento. En algunos municipios la brujería representa un negocio bastante lucrativo cuyos servicios son demandados por extranjeros y acaudalados empresarios dispuestos a pagar grandes sumas de dinero por la labor de estos hechiceros.
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