Bajo el lema ‘Las músicas que somos’, entre el 15 y el 19 de agosto se llevará a cabo por primera vez el Ibagué Festival 2019 en la capital del Tolima, que se convertirá en epicentro de las distintas expresiones musicales del país y del mundo.
Organizado por la Fundación Salvi, el evento presenta un cartel diverso en el que sobresalen artistas como Monsieur Periné, Los Gaiteros de San Jacinto, Martina la peligrosa, Puerto Candelaria, Ali A.K.A. Mind, La 33, Mauricio y Palo de Agua y las cantadoras de las regiones Pacífico, Caribe y Llanos Orientales.
Además de los 11 conciertos ofrecidos por estos artistas, la programación, en su mayoría gratuita, incluye dos programas educativos con 15 horas de clases magistrales dirigidas a músicos colombianos en formación, varios talleres de lutería, tres conversatorios sobre música e industrias creativas y otras actividades culturales alternas.
Uno de los objetivos sociales del festival es promover valores como el respeto y la convivencia desde la diversidad, ya que en un mismo concierto el público podrá escuchar currulaos, tango, sonatas, hip-hop, pasillos, tropipop, cuartetos de cuerda, entre otros géneros.
En diálogo con EL NUEVO DÍA, Mateo Vegalara, presidente del Ibagué Festival, habló sobre los principales atractivos del evento, su principio social y el impacto local en una ciudad como Ibagué, que se proyecta a nivel nacional en diferentes ámbitos.
¿Por qué pusieron sus ojos en Ibagué para hacer este festival?
Reconocida a nivel nacional por influenciar en la educación musical en Colombia a través del Festival Internacional de Música de Cartagena, la Fundación Salvi identificó que había una oportunidad de trabajar en la música más profundamente en Ibagué, teniendo en cuenta que geográficamente está muy bien situada y, sobre todo, cuenta con el colegio Amina Melendro y el Conservatorio del Tolima. Es decir, Ibagué es un lugar natural para trabajar alrededor de la música, especialmente en lo académico, que es la razón de ser de la Fundación.
¿El Ibagué Festival es como un hijo del Festival de Música de Cartagena?
Es un hermano. El Festival de Cartagena solo es de música clásica, porque compite internacionalmente con festivales de ese género. En Ibagué, debido a su proximidad con varias regiones y con una ilusión puesta en el túnel de La Línea, vemos con claridad que acá puedan converger muchas cosas más. Una de ellas es la música. Queremos mostrar como la diversidad que hay en el país se puede unir a través de la música, en procura del respeto y la tolerancia. En un ejercicio de conversación, el festival tendrá tres enfoques: El tradicional, el popular y el académico.
¿Cómo hicieron la curaduría de artista?
Junto al maestro Alejandro Mantilla, nuestro director artístico, un hombre de amplio reconocimiento en el medio musical, buscamos también traer jóvenes virtuosos a través de una organización internacional llamada Young Concert Artists, para los estudiantes de los conservatorios vean el éxito y la excelencia académica de jóvenes de la misma edad. También pensamos en traer un director italiano para que trabaje con la Orquesta Sinfónica Juvenil del Conservatorio de Ibagué y en la Universidad del Tolima, gracias al maestro César Zambrano, mostraremos a la orquesta de la institución en formato de música de cámara. En el Conservatorio del Tolima vamos a presentar a un joven talento, previo a una convocatoria.
¿Cómo se van a potenciar los procesos locales de música?
De diferentes maneras. Están las clases magistrales gratis, que van desde lo clásico hasta las cantadoras. La gente se puede inscribir en la página ibaguefestival.com. También están los talleres de lutería, para que hagan mantenimiento a su instrumento. En el caso del rap, mostraremos a los jóvenes talento, a través de convocatoria con grupos locales para escoger uno. Creo que de esa manera se van creando relaciones y un apoyo a procesos.
Va a haber espacio para la reflexión y el diálogo alrededor de la música. ¿Cómo serán los conversatorios?
Serán espacios de encuentro, reflexión y análisis de temas de actualidad y relevancia en el medio musical colombiano que se llevarán a cabo en el MAT. Hablaremos sobre la ‘economía naranja’, las perspectivas entre un rapero, una cantadora y un músico clásico. Y vamos a tener distintos intelectuales y artistas conversando acerca de la historia de Ibagué como Capital Musical.
¿En qué escenarios se van a presentar los artistas?
Son siete: el Conservatorio del Tolima, el Teatro Tolima, el parque Centenario, la plaza Murillo Toro, el parque del Sur, el Museo de Arte del Tolima y la Universidad del Tolima. Y la mitad de los conciertos son gratis, mientras que los que tienen algún costo, a excepción de uno, ninguno supera los 30.000 pesos. Va a haber de todo. Se trata de abrir el espacio público para que la gente, que disfruta diferentes tipos de música, tengan variedad.
Una oportunidad
¿Hace cuánto se gestó la idea de hacer el Festival?
Llevamos dos años trabajando con el Gobierno nacional y las administraciones Departamental y Municipal. El apoyo lo hemos tenido y lo importante es sacar el evento adelante, por eso está donde está. Lo importante aquí es pensar en lo que se puede lograr en Ibagué, para integrar los diferentes procesos musicales y esa cantera de talentos que hay. Se trata de fortalecer realmente la Capital Musical de Colombia, mostrando, entre otras cosas, que acá sí se puede estudiar una carrera musical a buen costo. Es ese ecosistema con lo que hay y queremos trabajar para lograr cosas.
La idea es potenciar la marca de Ciudad Musical...
Se trata de cómo aunamos esfuerzos. Acá hay espacio para las músicas andinas, propias de Ibagué, pero somos mucho más en Colombia. Si Ibagué realmente quiere traer público internacional, tiene que ampliar esa parte musical y reforzar los procesos que llevan muchísimo tiempo, como los que empujan colectivos que promueven la creación de música urbana. Eso es un mensaje esperanzador y abre las puertas para que diferentes públicos vengan.
Siempre se dice que en Ibagué hay todo por hacer. ¿Comparte esa posición?
Sí. Es un lugar céntrico, donde hay una oportunidad de soñar y de capitalizar sobre la base de ese sello de ‘Ciudad Musical’. Ya está el nombre, eso es algo valiosísimo, pero tenemos un reto colectivo de construir, por ejemplo, alrededor de la música y que nos comprometamos a creer en un futuro mejor, con las dificultades que haya, pero con un norte claro: que sí se pueden hacer las cosas. Hay una oportunidad de oro para sobreponernos de grandes frustraciones y dejar atrás el estigma de los Juegos Nacionales. Hagamos de este Festival algo que nos haga sentir orgullosos. Que la gente quiera volver y darle una mayor visibilidad a la ciudad.
Como conocedor y hacedor de eventos musicales, ¿qué lectura hace de la ciudad en esa materia?
Es importante que la gente reconozca que en Ibagué hay una cantera y una oportunidad para competir en el mundo musical, porque están las bases sentadas para hacer procesos de largo plazo. Los resultados se verán más adelante.
Frase
"Es importante que la gente reconozca que en Ibagué hay una cantera y una oportunidad para competir en el mundo musical", Mateo Vegalara
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